Bomberos de la Diputación de Teruel realizaron ayer la retirada de un nido de avispa asiática localizado en la ribera del río en Alcañiz, cercano a una zona de tránsito habitual de personas. Avisados por el Ayuntamiento de Alcañiz, los bomberos realizaron el operativo de retirada en la jornada de ayer, desplazando un vehículo de altura que permitía llegar hasta el árbol en el que estaba el nido, a unos 20 metros de altura.
La intervención se hizo por la noche, a partir de las 22 horas, que es cuando se considera que estos insectos están más calmados y se encuentran todos en el nido. Antes, había sido necesario retirar ramas y habilitar los accesos del vehículo.
Hasta el lugar se desplazaron seis bomberos y un jefe de intervención para facilitar el operativo de retirada y garantizar la seguridad de los efectivos. Dos de ellos subieron en el vehículo de altura hasta el nido y allí lo metieron en dos bolsas cerradas en las que lo bajaron y que permitió llevarlo a congelar.
Esta fue la técnica elegida para acabar con las avispas, para lo que lo bomberos se pusieron trajes especiales que ofrecen una mayor seguridad que los utilizados ante abejas o avispas convencionales. Estos trajes son más gruesos y con doble capa, dado el tamaño de la avispa y su agresividad. Se trata de la primera vez que los bomberos realizan la retirada de un nido de este tipo en la provincia.

La intervención se realizó con la colaboración de la Policía Local de Alcañiz y del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.
Tras el hallazgo de varios ejemplares de avispa asiática por parte de apicultores en los últimos meses, desde el Ayuntamiento de Alcañiz se pidió la colaboración ciudadana para localizar los posibles nidos de esta avispa invasora. Un ciudadano fue el que distinguió el nido entre las ramas de un árbol junto al río Guadalope y dio el aviso al Ayuntamiento para poder retirarlo.
Biología y hábitat
La avispa asiática es un avispón de gran tamaño, de 17 a 32 milímetros de longitud. Se distingue, además de por su tamaño mucho mayor a las avispas autóctonas, por su tonalidad oscura, con el tórax marrón negruzco aterciopelado y segmentos abdominales marrones, con unas finas bandas amarillas. El cuarto segmento del abdomen es casi enteramente amarillo anaranjado y los extremos de las patas son amarillos.
Construye nidos con pasta de papel, generalmente esféricos y a veces con forma de pera, de 40 centímetros e incluso de más de un metro de diámetro, que cuelga en árboles o en edificios y estructuras abiertas, que se diferencian también por su entrada estrecha generalmente lateral. Los principales daños de esta especie se centran en la apicultura. Como el resto de avispas, depreda abejas y muchos otros insectos, y come frutos maduros.
Si un ciudadano observa alguna actividad sospechosa de esta especie hay que comunicarla de forma inmediata a los Agentes de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón a través de las Oficinas Comarcales Agroambientales y a las ADS apícolas, preferiblemente aportando fotografías y/o ubicación para una identificación rápida.