Los incendios intencionados son habitualmente los que causan mayores daños debido a que buscan los lugares y condiciones más favorables para hacer daño, como es el caso del incendio de Cuevas del Valle-Mombeltran, aún en extinción.
La Junta hace un llamamiento a la ciudadanía en un doble sentido: pidiendo la colaboración con información que ayude a identificar a los incendiarios, y por otro lado que extreme las medidas de prevención para eliminar prácticas negligentes que puedan originar incendios.
Las penas por causar intencionalmente un incendio forestal varían en función de si se trata de un accidente, una negligencia o es intencionado, en cuyo caso puede alcanzar los 20 años de prisión, más la indemnización por los daños causados y los gastos de extinción.
La investigación que realiza la Junta de Castilla y León para conocer las causas de los incendios forestales tiene dos finalidades: establecer medidas de prevención que eviten nuevos incendios, e identificar posibles responsabilidades administrativas y penales, de las que se encargarán los juzgados. En el caso de que existan claros indicios de intencionalidad la investigación se hace de forma coordinada con la Guardia Civil.
La Consejería se ha dirigido a la Delegación del Gobierno en Castilla y León para agradecer la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del estado en la cuestión planteada, solicitando que, en la medida de lo posible, se intensifiquen las labores de investigación y vigilancia para poder acabar con estas actuaciones criminales que ponen en peligro no sólo el medio natural sino también la vida y la integridad de las personas.