Un nuevo estudio liderado por un equipo de investigadores de la Universidad de Málaga, del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA Plataforma-BIONAND), del Centro de Investigación Médico Sanitarias (CIMES) y de los Hospitales Universitario Virgen de la Victoria y Regional ha analizado la relación entre la microbiota intestinal y la melatonina en mujeres con cáncer de mama con receptores hormonales positivos.
El trabajo, publicado en International Journal of Molecular Sciences, explora cómo las alteraciones en las bacterias intestinales y en la vía melatoninérgica —el conjunto de reacciones bioquímicas implicadas en la producción de melatonina— podrían estar relacionadas con el desarrollo y la progresión de este tipo de cáncer.
"Detectamos una disminución de bacterias intestinales beneficiosas y un aumento de otras potencialmente perjudiciales en las pacientes con cáncer de mama de tipo hormonal", apunta la científica del Departamento de Especialidades Quirúrgicas, Bioquímica e Inmunología de la UMA Alicia González-González, autora de correspondencia del estudio.
Microbiota, melatonina y permeabilidad intestinal
Para abordar esta posible conexión, los investigadores analizaron muestras de sangre y heces de mujeres con cáncer de mama y de un grupo de control. En ellas estudiaron la composición de la microbiota intestinal y diversos marcadores relacionados con la síntesis de la melatonina y la permeabilidad intestinal.

Esquema visual del estudio que muestra la conexión entre la microbiota intestinal, la vía melatoninérgica y los mecanismos implicados en el cáncer de mama hormonosensible
Entre los hallazgos más relevantes, el estudio refleja niveles significativamente más bajos de melatonina en las pacientes, junto con una disbiosis intestinal caracterizada por una menor abundancia de bacterias beneficiosas, como Bifidobacterium longum, y un aumento de bacterias potencialmente perjudiciales, como Bacteroides eggerthi. Además, se detectaron niveles más altos de zonulina, una molécula asociada a una mayor permeabilidad intestinal, y una mayor actividad de la enzima betaglucuronidasa, implicada en el metabolismo de los estrógenos.
Nuevas vías de prevención y tratamiento
Los resultados sugieren que estas alteraciones —en la microbiota, la producción de melatonina, el metabolismo microbiano y la permeabilidad intestinal— podrían contribuir a los mecanismos que favorecen el desarrollo del cáncer de mama de tipo hormonal. "Una ratio entre dos metabolitos vinculados a la vía melatoninérgica podría convertirse en una herramienta prometedora de detección en este tipo de cáncer", apunta Alicia González-González, que también es investigadora del grupo de oncología del Centro de Investigaciones Médico Sanitarias de la UMA (CIMES).
Según la investigadora, estos hallazgos abren nuevas perspectivas para diseñar estrategias basadas en la modulación de la microbiota intestinal y en el restablecimiento del equilibrio melatoninérgico, con el objetivo de mejorar la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento del cáncer de mama.
Los próximos estudios buscarán validar estos resultados en cohortes más amplias y evaluar su aplicabilidad clínica.





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