El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a través del Organismo Autónomo de Cultura (OAC), ha inaugurado esta mañana la exposición "Humos, fuegos y atalayas. La red histórica de vigilancia costera de Santa Cruz", en la Sala de Arte Los Lavaderos. La muestra, que se podrá visitar durante el mes de noviembre, se complementará con 24 talleres didácticos y una programación educativa dirigida a centros escolares, colectivos y público general. El objetivo es poner en valor el patrimonio cultural ligado a las atalayas y acercar a la ciudadanía un capítulo histórico clave para la configuración de Santa Cruz como enclave estratégico en el Atlántico.
La inauguración contó con la presencia de estudiantes del CEIP Rambla de Santa Cruz a los que se les explicó el funcionamiento del antiguo sistema de vigilancia costera basado en señales de humo durante el día y fuego durante la noche, así como el papel de los atalayeros en la defensa del litoral frente a incursiones marítimas.
El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, destacó que "esta exposición nos invita a mirar la ciudad con una nueva perspectiva. Las atalayas fueron elementos defensivos y ahora forman parte de nuestra memoria colectiva, de cómo Santa Cruz se organizó, resistió y creció. Recuperar su historia es fortalecer nuestra identidad y reconocer a quienes vigilaron, protegieron y defendieron este territorio".

Bermúdez añadió que el objetivo de esta muestra es que "la ciudadanía, especialmente los más jóvenes, se acerquen a su patrimonio de una manera viva y participativa".
El concejal de Cultura, Santiago Díaz Mejías, subrayó la importancia del enfoque didáctico de la muestra: "No se trata solo de mostrar piezas y paneles, sino de contar historias y generar experiencias. Los talleres, las charlas y las visitas guiadas permitirán comprender cómo funcionaba esta red de alerta que conectaba montañas, costa y población en un sistema de comunicación inteligente y eficiente".
El historiador y organizador de la exposición, Zebenzui López, explicó que "se trata de una exposición sobre las atalayas que antiguamente estaban en la zona de Anaga, que servían para identificar aquellos barcos que venían con intención de atacar a la ciudad y que estuvieron activas durante cuatro siglos. Fueron, sin duda, los artífices de que esos ataques resultaran fallidos. El puerto de Santa Cruz era conexión con América y muchas veces se concentraban riquezas, y eso no pasaba desaparecidito para los piratas holandeses o para los moriscos, por ejemplo".
Con esta iniciativa, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife reafirma su compromiso con la conservación y la divulgación del patrimonio histórico de la ciudad, ofreciendo propuestas culturales que fomenten el conocimiento, la participación y el vínculo de la ciudadanía con su entorno.





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