Los trabajos de excavación del yacimiento arqueológico de Santa Lucía se iniciaron en 1968 y se prolongaron hasta 1972. Esta investigación logró sacar a la luz una villa romana y una necrópolis visigoda. La exploración sistemática del yacimiento continuó a partir de 2018 con un nuevo proyecto integral de investigación, que tras siete campañas de excavación arqueológica ha conseguido revalorizar el asentamiento y avanzar notablemente en su conocimiento. En estos años se han completado las plantas de la villa romana bajoimperial, así como de los dos edificios religiosos sobre ella superpuestos, además de iniciarse la exploración de la villa altoimperial, origen de la población en el paraje, que actualmente se encuentra en estudio.
La 'pieza del mes' cuenta con una superficie total de 83 metros cuadrados y está compuesta por teselas de cinco colores: negro, blanco, rojo, ocre y lila. Estas teselas, que son cada una de las piezas cúbicas de piedra que componen el mosaico, forman un dibujo en retícula basado en casetones o recuadros separados por un cordel sogueado de dos cabos, que se correspondería con el esquema de cuadriculado ortogonal con decoración múltiple. Estos casetones están decorados en su interior con motivos circulares y rectilíneos que se iban alternando, consiguiendo que cada uno de los mismos sea único variando también la disposición de los colores utilizados.

Además, la pieza presenta dos casetones que alternan diseños con motivos curvos y rectos, ambos enmarcados por el clásico sogueado de dos cabos. El casetón superior muestra un diseño compuesto por círculos concéntricos y formas vegetales terminadas en volutas. Predomina el color rojizo como fondo, mientras que las figuras vegetales están delineadas en blanco.
En cambio, el casetón inferior presenta un diseño más geométrico, basado en líneas rectas que forman un cuadrado central rodeado por cuatro peltas. En este caso, los colores blanco, rojo y ocre se distribuyen de forma equilibrada, y se utiliza una línea negra para resaltar las figuras geométricas. El fragmento también conserva parte de la franja lateral del mosaico, decorada con una línea ondulada blanca en la que se alternan los tres colores principales: blanco, rojo y ocre. Esta franja está enmarcada por dos líneas paralelas de teselas negras.
Yacimiento arqueológico de Santa Lucía
El yacimiento de arqueológico de Santa Lucía está situado en la localidad de Aguilafuente, a unos 2 kilómetros al sureste del casco urbano. En él se conservan los vestigios de una villa romana que se desarrolló en el siglo IV d.C, y en la que previamente existía una edificación de origen altoimperial. Esta estructura sería reaprovechada a partir del siglo V para la construcción de un edificio religioso que perduraría hasta principios del siglo XIX. Las primeras intervenciones arqueológicas en el yacimiento de Santa Lucía datan de marzo de 1868, cuando apareció un mosaico mientras se realizaban labores de extracción de piedra.