El Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, asistirá mañana, sábado, a la misa de toma de posesión de monseñor Arturo Ros como Obispo de Santander, que tendrá lugar en la Catedral de la Asunción de Nuestra Señora de esta ciudad, a las 11 de la mañana.
Desde Valencia se ha desplazado una delegación en representación de la diócesis para estar presente y acompañar a monseñor Ros en la ceremonia, que será retransmitida en directo por Trece T.V. y Radio María y también de forma online.
El Obispo electo de Santander, Arturo Ros ha sido obispo auxiliar de Valencia desde 2016, tiempo en el que ha centrado su labor fundamentalmente en tres ejes: familia, laicos y caridad. Antes de su partida, ha reafirmado su gratitud y confianza en Dios para esta nueva responsabilidad. "El tiempo ha sido denso por muchas circunstancias pero la motivación y la ilusión por la misión no la he perdido. La experiencia gozosa de estos años a mí me la ha dado el pueblo fiel que ha sido mi fuerza y ánimo", ha expresado.
La Santa Sede hizo público su nombramiento por el Papa Francisco el pasado 31 de octubre, día en el que dio las gracias "de todo corazón" por esta "confianza inmerecida" del Pontífice y sus palabras de aliento y de ánimo; también a la Iglesia "a la que amo apasionadamente. No podría vivir sin ella", y al Pueblo de Dios", por su afecto, cariño, comprensión, palabras de ánimo. Me he sentido muy querido por la gente".
Monseñor Ros, de 59 años y natural de Vinalesa, sucede a monseñor Manuel Sánchez Monge, cuya renuncia presentó en 2022, como establece el Código de Derecho Canónico al cumplir los 75 años de edad.
La Virgen de los Desamparados le acompaña
Antes de su partida, el Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, le entregó a monseñor Ros una imagen de la Virgen de los Desamparados, regalo de toda la curia diocesana, para que le acompañe siempre en esta nueva misión en las tierras de Cantabria.
Monseñor Arturo Ros ha dado las gracias "de todo corazón" a la diócesis de Valencia y también pide perdón "por si alguna cosa no he hecho bien o alguien se ha sentido molesto por mi causa". Según expresa, "el tiempo pasa pero hay una garantía para nosotros y es que, aunque cambiamos, la Iglesia sigue, pasaremos por la historia del tiempo que Dios quiera, pero la Iglesia seguirá, la Iglesia es eterna, es de Dios".
Por tanto, "a todas las personas que he podido conocer y a todas las personas que están comprometidas en la vida eclesial en cualquier ámbito les animo a seguir adelante, a seguir trabajando, a seguir dando gracias a Dios y que se ilusionen todos los días por el don de la fe y a hacerlo presente en el testimonio y en la palabra, si dejar de ser sencillos, humildes, pobres, cercanos, amables, sonrientes, que se note en nosotros que permanentemente en la Iglesia en Valencia vivimos la alegría del Evangelio y la transmitimos".