LA COSTA del Sol fue terreno abonado para el amasamiento de pingües emolumentos sin fin, sin control ni pudor. Destino turístico y de lujo por excelencia, ha cobijado a los autores más escabrosos de la corrupción, y en su seno han surgido nombres de los más condenados judicialmente por delitos económicos.
Uno de ellos, sin embargo, ha conseguido escabullirse desde el siglo pasado: es el hombre más buscado actualmente, la mayor lavadora humana de dinero negro, José Manuel Carlos Llorca Rodríguez, creador de la estafa de Fórum Filatélico, con unos 400.000 afectados que han perdido sus ahorros. Todo un "dedos largos".
Tiene 66 años, es un banco andante, multimillonario y fue mi jefe en Pharus, fundación con una revista de contenido ecologista y alternativo. Aglutinó a centenares de empresas de toda España en ella, cuya filosofía excluía todos aquellos productos derivados de la experimentación con animales o con cualquier compuesto antiecológico. Detrás de tan altruistas intenciones se enmarañaba una red de empresas con la que se blanqueaba capital de procedencia mafiosa, mientras ayudaba al Tercer Mundo con donaciones.
Este detalle es el que le diferenciaba. Pero las montó gordas y se hizo la cirujía estética. Nueve países europeos buscan a este español sin rostro, aunque algún medio ha publicado su supuesta nueva imagen. Está en busca y captura como cerebro contable. Su nombre aparece también en los sumarios de la operación Malaya contra la corrupción urbanística en Marbella. Y a mí me dejó a deber dinero, humildes soldadas. O sea, que soy víctima del mayor blanqueador de dinero negro y al tiempo increíble filántropo.
Creo que los organismos deben estudiar la idea de que las sanciones judiciales reviertan a los estafados y a las ciudades esquilmadas y así paliar el expolio sufrido. Una forma de engrandecer, honrar y hacer práctica a la justicia. Pero que sepa buscar mejor y encuentre a los delincuentes, para luego dar con el mecanismo que permita hallar esas fortunas y tomar posesión de ellas para revertirlas a sus legítimos dueños.
Uno de ellos, sin embargo, ha conseguido escabullirse desde el siglo pasado: es el hombre más buscado actualmente, la mayor lavadora humana de dinero negro, José Manuel Carlos Llorca Rodríguez, creador de la estafa de Fórum Filatélico, con unos 400.000 afectados que han perdido sus ahorros. Todo un "dedos largos".
Tiene 66 años, es un banco andante, multimillonario y fue mi jefe en Pharus, fundación con una revista de contenido ecologista y alternativo. Aglutinó a centenares de empresas de toda España en ella, cuya filosofía excluía todos aquellos productos derivados de la experimentación con animales o con cualquier compuesto antiecológico. Detrás de tan altruistas intenciones se enmarañaba una red de empresas con la que se blanqueaba capital de procedencia mafiosa, mientras ayudaba al Tercer Mundo con donaciones.
Este detalle es el que le diferenciaba. Pero las montó gordas y se hizo la cirujía estética. Nueve países europeos buscan a este español sin rostro, aunque algún medio ha publicado su supuesta nueva imagen. Está en busca y captura como cerebro contable. Su nombre aparece también en los sumarios de la operación Malaya contra la corrupción urbanística en Marbella. Y a mí me dejó a deber dinero, humildes soldadas. O sea, que soy víctima del mayor blanqueador de dinero negro y al tiempo increíble filántropo.
Creo que los organismos deben estudiar la idea de que las sanciones judiciales reviertan a los estafados y a las ciudades esquilmadas y así paliar el expolio sufrido. Una forma de engrandecer, honrar y hacer práctica a la justicia. Pero que sepa buscar mejor y encuentre a los delincuentes, para luego dar con el mecanismo que permita hallar esas fortunas y tomar posesión de ellas para revertirlas a sus legítimos dueños.