Si ya cuenta con unos años, querido lector, seguro que el fútbol ha estado presente en algún momento de su vida. No hace falta que comparta la pasión por este deporte, seguro que ha tenido algún amigo o familiar que le ha hecho ver algún partido o, por lo menos, le ha cancelado un plan debido al fútbol.
Muchos coinciden en que el fútbol es el deporte rey y es que ha estado ligado, en parte, a la gran mayoría de la población. Debido a la importancia del fútbol y a todo lo que mueve resulta bastante curioso darse cuenta que cada vez tiene un menor impacto entre las nuevas generaciones. Algo está pasando con este deporte y en este artículo vamos a tratar de analizarlo.
Las alternativas digitales y su responsabilidad
Que la gente joven cada vez considere menos interesante el fútbol no se debe a que el deporte haya perdido interés, que también puede ser, sino al auge de otras formas de entretenimiento más accesibles y acordes a estos tiempos.
Hoy en día vivimos en la era de los streamers, de los influencers, de la información inmediata que nos encontramos a través de internet. Es muy fácil jugar a un videojuego nuevo, ver una serie de televisión de muchas temporadas o simplemente pasarse la tarde viendo vídeos por internet.

Todo este ocio electrónico alternativo ha provocado que muchos jóvenes se encuentren haciendo otras cosas en el momento del partido o que, como poco, hayan logrado despertar una afición diferente de la que disfrutan. De la misma forma que sucedía con el fútbol años atrás en donde los grupos de amigos se reunían para disfrutar de un partido, ahora son los mismos que se reúnen para jugar una partida online o para disfrutar de su serie favorita.
La inmediatez del contenido, otro problema
Vivir en la era de la inmediatez tampoco ayuda al mundo del fútbol. El ecosistema en el que nos movemos cada vez nos anima a consumir más contenido en menos tiempo. Los vídeos en internet cada vez son más cortos o los reels de 15 segundos cada vez tienen más protagonismo.
Esto también facilita que los resúmenes de un partido sean más consumidos, ya que cada vez son menos las personas que dedican unas 2 horas de su tiempo en ver un partido de fútbol. En comparación a estas otras alternativas hace falta tener paciencia para ver un partido de 90 minutos en donde mucho tiempo el balón está parado y se pierde tiempo por cualquier cosa.
En un mundo en donde se pretende todo conseguir de forma rápida, la paciencia resulta escasa en este deporte.
El aspecto económico tampoco acompaña
El aspecto del fútbol es otro problema que acompaña al desinterés sobre el mismo. Mientras que hace unos cuantos años era posible disfrutar de muchos partidos en la televisión pública, en abierto, ahora son muchas las compañías que se han hecho con el control de los mismos.
Resulta más complicado poder acceder a este contenido de forma gratuita, por lo que tampoco resulta extraño que los jóvenes hayan buscado otras alternativas de ocio que puedan resultar más accesibles económicamente.
El precio del fútbol también se ha ido encareciendo con los años entre los teleoperadores, lo que provoca que también requiera cierto esfuerzo poder disfrutar de este en privado. Todos estos aspectos suman y provoca que muchos negocios de hostelería también vayan perdiendo interés en los partidos. La suma de todos estos pequeños aspectos acaba explicando un fenómeno que va pasando con el paso de los años.
En definitiva, resulta bastante curioso como parece que cambian ciertas aficiones con el tiempo y cómo el mundo se adapta a los cambios. El auge del ocio electrónico y las nuevas formas de entretenimiento cada vez son más frecuentes entre la población joven y eso se ve reflejado también en el uso que se hace de internet.
Lo que muchos de nosotros hemos vivido como algo natural ahora parece que está cambiando. El futuro es incierto y solo el paso del tiempo será lo que nos muestre lo que está por llegar.