El Consejo de Gobierno ha conocido este martes las conclusiones del estudio impulsado por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, en colaboración con la Universidad de Almería, sobre la conciliación familiar y la educación parental respecto al uso de las nuevas tecnologías en la infancia y la adolescencia, que concluye, entre otros datos, que el confinamiento por la pandemia del coronavirus duplicó el número de niños y niñas que usan con mucha frecuencia las tecnologías para pasar el tiempo libre y ocio.
Esta investigación, que parte del análisis de los cambios sociales provocados por la pandemia por Covid19, ha servicio también para la elaboración de la Guía 'Concilia-Tic' de buenas prácticas para el uso inteligente, óptimo y saludable de las nuevas tecnologías en familia.
Otras conclusiones del estudio, elaborado desde la Fundación para la Investigación Biosanitaria de Andalucía Oriental (FIBAO), arrojan que, durante el confinamiento, las familias no hicieron más vida en común, se duplicó el tiempo de todos sus miembros delante de las pantallas y se inició la actividad digital en edades más tempranas.
Asimismo, a partir del aislamiento que comenzó en marzo de 2020, los padres y madres consideran en gran medida que hay incremento del uso totalmente inadecuado que sus hijos e hijas hacen del teléfono móvil y la videoconsola, así como el uso bastante inadecuado de la televisión.
Tres meses después del confinamiento, los cambios en los hábitos de uso de las nuevas tecnologías no parecen ir acompañados de un impacto negativo significativo en la salud mental de los menores. Sin embargo, con respecto a la adicción a las TIC, las puntuaciones se encuentran por encima de la media.
Esto se une a otras conclusiones reflejadas por un estudio de Unicef, que recoge que solo el 23% de los progenitores pone normas en el uso de estas tecnologías a sus hijos e hijas, que uno de cada tres adolescentes en España hace un uso problemático de internet y las redes, o que uno de cada cinco podría tener adicción a los videojuegos.
Todo ello muestra una realidad que sitúa a los menores en situación de vulnerabilidad. A este respecto, el estudio apunta a la necesidad de implicar a las familias y los centros educativos para establecer estrategias que eduquen en este ámbito.
Así, el artículo 52 de la nueva ley andaluza de infancia y adolescencia reconoce el derecho al desarrollo de la competencia digital mediante el impulso a la alfabetización mediática de los niños, niñas y adolescentes y, al mismo tiempo, la competencia digital de sus familias.
Por otra parte, en el marco de esta norma aprobada recientemente en el Parlamento, la Junta de Andalucía trabaja en la redacción del III Plan de Infancia y Adolescencia de Andalucía, que sentará las bases del sistema integral de atención a la infancia y definirá las estrategias de estas políticas en la comunidad para los próximos años.
En concreto, este plan se encuentra en fase de diagnóstico y la formulación de sus objetivos y líneas estratégicas se desarrollará a lo largo de los próximos meses.
La transversalidad de la infancia y la adolescencia y la corresponsabilidad de la sociedad en esta materia suponen que este plan cuente con la colaboración de todas las administraciones públicas de Andalucía y con la participación de la ciudadanía y las entidades de iniciativa social.
Los niños como activos sociales
Asimismo, con este documento, Andalucía avanza en una nueva cultura que contempla a los niños y niñas como activos sociales, sujetos de derecho y protagonistas de sus propias vidas y entornos.
Guía 'Concilia-Tic' La Guía de Buenas Prácticas para el Uso Inteligente, Óptimo y Saludable de las Nuevas Tecnologías en Familia recoge una serie de recomendaciones dirigidas a padres, madres y personas responsables del cuidado de los hijos e hijas, así como a los propios niños, niñas y adolescentes, expresadas de una forma didáctica e ilustrativa.
Por otra parte, se incluyen recomendaciones para las administraciones públicas en la promoción del uso responsable de redes sociales e internet, incidiendo especialmente en el ámbito educativo, así como en el control de la información y los servicios puestos a disposición de la ciudadanía.
Se trata de un documento elaborado para favorecer la conciliación en la vida familiar y disminuir los conflictos que surgen en el día a día entre padres, madres, hijos e hijas en torno al uso de los dispositivos tecnológicos y sus aplicaciones.
Entre las principales recomendaciones, destacan evitar el móvil en situaciones familiares, colocar los ordenadores en espacios comunes de la casa, evitar el acceso a internet permanente e ilimitado, usar contraseñas en los dispositivos y controlar el tiempo de uso.
La guía insiste en que hay que aprovechar los juguetes cuando las capacidades de los niños y niñas están en pleno desarrollo, hablar sobre el uso de contenidos inapropiados si se da el caso y conocer el contenido de los videojuegos y tener en cuenta la edad recomendada.
Entre las recomendaciones para los niños, niñas y adolescentes se ha hecho especial incidencia en los peligros que acechan al otro lado de las pantallas al hacer pública su imagen o sus datos personales.
En la realización del estudio han participado 55.915 familias y 49.267 niños, niñas y adolescentes de entre 12 y 16 años y se ha contado con la colaboración de la Consejería de Educación y Deporte, que puso al servicio de las familias las nuevas tecnologías, haciéndoles llegar, a través de su plataforma Ipasen, la encuesta para su participación, con la coordinación de la Dirección General de Infancia para su desarrollo y la colaboración del Observatorio de la Infancia.