Hoy 9 de diciembre en su 45 cumpleaños, la asociación ecologista anuncia su cambio de nombre y pasará a llamarse Amigas de la Tierra tras la decisión tomada en la última asamblea estatal de la organización. Amigas de la Tierra lleva años promoviendo una sociedad donde la justicia ambiental, social, económica y de género sean una realidad, y ahora es el momento de seguir avanzando y visibilizar su apoyo al movimiento ecofeminista.
Las sociedades cambian, evolucionan y son las personas y los colectivos quienes impulsan esta transformación. Amigas de la Tierra quiere seguir movilizando y ser parte de un camino donde los diferentes movimientos sociales se den la mano para crear un presente y un futuro justo y en común. Por este motivo, las personas que conforman la organización han decidido cambiar su nombre y pasar a llamarse Amigas de la Tierra, para huir del androcentrismo imperante y reforzar el papel vital que desempeña el feminismo en avanzar hacia una sociedad justa, donde la equidad entre personas y las relaciones con la naturaleza se establezcan en un marco de respeto y cuidados, que garanticen una vida digna y la protección de la naturaleza.
La justicia social siempre ha sido un principio básico en las demandas y postulados de Amigas de la Tierra. La perspectiva internacional y las reivindicaciones del Sur Global han estado muy presentes a través de su Federación Internacional en su visión y en las políticas que demandan. La organización, que forma parte del ecologismo social, defiende un cambio en el modelo económico y social con las personas y la Tierra en el centro, unas políticas donde la defensa de los ecosistemas también contribuya a blindar los derechos humanos y favorecer una vida digna para los pueblos.
Amigas de la Tierra defiende el ecofeminismo
Desde hace ya varios años han reivindicado un ecologismo integrador e inclusivo que promueva no sólo relaciones en equilibrio con la naturaleza, sino también unas relaciones igualitarias entre las personas, desde una perspectiva feminista. Por este motivo defienden el ecofeminismo, una corriente de pensamiento y movimiento social que integra feminismo y ecologismo, y pone sobre la mesa la relación existente entre la subordinación de las mujeres y diferentes colectivos vulnerabilizados, y la sobreexplotación y degradación de la naturaleza.
El modelo económico actual basado en el extractivismo y la explotación de bienes naturales y personas es una de las lacras a las que se enfrentan las sociedades en la actualidad. En esta estructura social las jerarquías construidas se imponen por encima de la justicia social y ecológica, un modelo patriarcal, racista y colonial donde la producción y el beneficio económico priman frente a los cuidados que la vida del planeta y las personas necesitan para sostenerse.
Amigas de la Tierra remarca: "estamos comprometidas con la justicia de género y con el desmantelamiento del patriarcado en nuestras sociedades. En este sentido, las luchas de base de las mujeres del Sur nos sirven de inspiración y aprendizaje. Una lucha que no para de crecer, como demuestra la Marcha Mundial de las Mujeres y las Mujeres de Vía Campesina. Un feminismo que se construye desde la base, de abajo hacia arriba y que refleja la diversidad de contextos territoriales y las diferentes realidades. Por eso estamos seguras de que el camino a seguir, si queremos un cambio, pasa por acabar con la opresión a las mujeres, a todo el colectivo LGTBQ+, a las poblaciones del Sur y a la naturaleza".