El Centro Cultural Mirador del Carmen (Estepona) exhibirá desde mañana un helado de 3.000 kilos realizado en mármol. Se trata de una recreación del mítico polo 'Drácula', que desde hace décadas forma parte de las infancias de nuestro país, y forma parte de la exposición 'Quiñones: Al Origen', en la que el artista Juan Miguel Quiñones ofrece su particular y monumental versión de objetos icónicos del verano elaborados en mármol y diferentes piedras.
En esta muestra, que podrá ser visitada por el público a partir de mañana sábado 2 de agosto, se reúnen 180 piezas esculpidas en mármol y distintos tipos de piedra que representan grandes símbolos de la temporada estival como los helados, los juguetes de playa, las aletas para bucear, las tablas de surf o los patinetes.
El artista se remonta a su infancia para esculpir, con la técnica de piedra dura, algunos de sus objetos preferidos: los famosos helados Drácula, Pirulo o Fantasmiko, las típicas escopetas de juguete, pistolas de agua o las cámaras de fotos de las que sale la cara de un payaso, imprescindibles en cualquier puesto callejero en feria.

El alcalde de Estepona, José María García Urbano, y el propio artista han visitado la exposición, protagonizada por "la utopía del verano y el tiempo detenido entre playa, sol y juego". Las esculturas están realizadas mediante diversas técnicas: desde el corte con sierras diamantadas hasta la incrustación al estilo renacentista. Esta producción artística es "fruto de una práctica profundamente conectada con la tradición de la cantería y el trabajo manual del mármol", e influida por las canteras de Vejer de la Frontera, localidad natal del artista.
El regidor ha señalado que el trabajo de Quiñones no dejará indiferente a ninguno de los visitantes de la muestra. "De forma artesanal ha realizado una serie de obras contemporáneas que conectan de forma emocional con los recuerdos de varias generaciones. Además, podemos ver recreaciones de una playa o de una cantera donde las obras quedan perfectamente explicadas e integradas. Estoy convencido de que esta exposición supondrá un antes y un después en la ya incontestable trayectoria artística de Quiñones", ha subrayado García Urbano.
La exposición, que podrá visitarse hasta el 14 de diciembre, se propone como un reencuentro simbólico entre el artista y Estepona, la ciudad en la que se crió y desarrolla su trabajo. Al mismo tiempo, como el cruce de dos miradas paralelas: una hacia la obra de un escultor que, al volver el mármol una materia dúctil, ha erigido un culto en torno a los objetos icónicos de las infancias de los años noventa; la otra, hacia la historia reciente de un territorio (la Costa del Sol), que ha alimentado el estilo de vida y la memoria colectiva de quienes han habitado este paisaje reinventado para el consumo de una utopía estival.
La trayectoria de Juan Miguel Quiñones ha recibido grandes alabanzas por críticos internacionales de arte que han destacado cómo su obra puede leerse como "una arqueología sensible de una época, un territorio y una memoria compartida por quienes han habitado o transitado este paisaje".
En los últimos años, la obra de Quiñones ha trascendido fronteras, siendo expuesta en diversas galerías y ferias de arte en Estados Unidos, Europa y China. Su práctica, profundamente enraizada en la materia y el gesto, ha cautivado en contextos internacionales, confirmando la potencia de su lenguaje escultórico.
La muestra podrá ser visitada de martes a domingo, de 10.00 a 14.00 horas y de las 16.00 a las 20.00 horas. Entrada gratuita para empadronados en la ciudad.