La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a un varón de sesenta y dos años de edad como presunto autor de un delito de incendio forestal por imprudencia grave tras un fuego que calcinó cerca de 100 hectáreas de terreno en las localidades de Benamaurel y Castilléjar.
La Patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Huéscar, junto con los agentes de Medio Ambiente de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) se hicieron cargo de la investigación del incendio que tuvo lugar el pasado 20 de agosto y que afectó a zonas de pinar, monte bajo y explotaciones agrícolas. Las primeras pesquisas apuntaron a que el origen del fuego estuvo en un grupo electrógeno en mal estado, cuyo escape generaba chispas incandescentes, así como en el deficiente cableado que alimentaba la bomba de un pozo. Ambos elementos habrían provocado la ignición del pasto cercano a los mismos.

La inspección del lugar del incendio y la posterior investigación llevada a cabo determinaron que el presunto autor incumplía diversas medidas contempladas en el Plan de Prevención de Incendios Forestales, entre ellas, la obligación de mantener un perímetro de seguridad de al menos cinco metros alrededor del grupo electrógeno y la instalación de un muro protector. Además, carecía de extintor, depósito de agua y de la preceptiva autorización de Medio Ambiente para el uso de los equipos.
El presunto autor fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial como supuesto autor de un delito de incendio forestal.