Para entender mejor qué virus o bacterias pueden contagiarnos los roedores, cuál es la manera más frecuente de dicho contagio, en qué lugares y zonas de Argentina suelen darse, cuáles son las formas de prevenirlas, además de la sintomatología sus síntomas y cómo actuar luego del contagio, hablamos con el Dr. Edgardo Marcos, profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires, que para entender mejor el cuadro de situación realizó una descripción detallada de cada una de estas enfermedades.
Leptospirosis
"Los roedores que están asociados a la bacteria leptospira son mayoritariamente urbanos. Y suelen aparecer más cuando se demuele un edificio o un galpón abandonado, o se hace una obra de cloaca, etc. Ahí puede haber corrimientos de las poblaciones de roedores que viven en las ciudades y suelen darse más casos de leptospirosis de lo habitual", describe el Dr. Marcos.
Además, estos roedores, que son típicos de zonas tropicales y subtropicales, son potencialmente endémicos después de grandes lluvias e inundaciones. "Las ratas de ciudad, que son la rata gris (rattus rattus), la rata parda (rattus norvegicus) y la lauchita (mus musculus), son las que transmiten la lectospirosis", detalla Edgardo Marcos. Y describe el proceso de contagio de la siguiente manera: "Cuando uno de estos roedores recibe la bacteria pasa a ser portador asintomático y la leptospira se le acantona en los riñones. Entonces, cada vez que orina, elimina leptospira". "Si, por ejemplo, orinó en un charco de agua, la bacteria queda allí. Después un perro puede tomar esa agua o un nene puede tocarla y, si tiene una lastimadura en la piel o si luego se lleva la mano a la boca, se contagia. El riesgo de contagio puede estar presente desde en una pileta de natación, hasta en un arrozal, donde se trabaja con el agua hasta la cintura".

La particularidad de la leptospira es que los demás animales que se contagian, como perros, gatos, vacas, caballos, etc. ya pasan a tener síntomas, pero no poseen la leptospira de por vida, como la rata. Sin embargo, mientras tienen la enfermedad, también pueden contagiar a un humano.
En cuanto a la gravedad de la enfermedad, el profesor de Veterinaria aclara que "la leptospirosis, en algunos casos, puede llegar a ser mortal". Si es detectada a tiempo mediante un análisis de sangre, se cura con un tratamiento de antibióticos durante una semana. Y sus principales síntomas son "febriles, dolores de espalda o renales, dolor muscular y de cabeza e ictericia. Además de poder acarrear insuficiencia renal y hepática".
Hantavirus
Es un virus que proviene de Corea, pero que fue detectado por occidente cuando los Estados Unidos invadieron aquel país y algunos de sus soldados contrajeron la enfermedad en el Río Hangang, de allí la similitud con el nombre con que denominaron al virus.
"Este virus es transmitido por muchos roedores en todo el mundo. En la Argentina, los más conocidos son los denominados comúnmente colilargos (oligoryzomys longicaudatus), son lauchas muy chicas, el cuerpo mide unos 5 centímetros pero la cola mide entre 10 y 12 centímetros. Son roedores silvestres, pero cuando el ser humano llega a su hábitat a trabajar o acampar se puede contagiar porque estas lauchitas diseminan el virus por saliva, orina o materia fecal y el mismo se dispersa en el ambiente", cuenta el Dr. Edgardo Marcos.
Y explica que "en el sur de nuestro país se dieron varios casos de hantavirus en personas que habían cerrado por un tiempo prolongado un galpón o una casa en la que se metieron y reprodujeron estos roedores, que diseminaron el virus en el lugar, el cual genera una especie de aerosol que sobrevive un tiempo en el aire. Entonces al abrir y entrar al lugar, el humano se termina contagiando al aspirarlo. De hecho, la transmisión por vías aéreas es la forma más común de contagio".
Por otra parte, siempre se pensó que el virus hanta solo se contagia de roedor a humano. "A partir de los casos que se dieron de hantavirus en 2019 en Epuyén, Chubut, donde hubo 11 muertos, se concluyó que también se puede contagiar de humano a humano, una vez que el virus realiza una mutación. El brote en aquel momento se dio a partir de un caso que contagió a otros en el festejo de un casamiento", recuerda Marcos.
En cuanto a los síntomas del hantavirus, los mismos comienzan con fiebre, dolor muscular y de cabeza. "También, y lo que es más grave, problemas respiratorios importantes, el paciente es intubado y llevado a terapia intensiva, donde se tratan los síntomas y se lo hidrata mucho, porque tiene una probabilidad de muerte que oscila entre el 20 y el 50%. Por eso, cuando aparece un caso de hanta, ya sea en la Patagonia, en Misiones o provincia de Buenos Aires, por lo general se cierra el lugar, ya sea un Parque Nacional o incluso un pueblo, porque se puede propagar rápidamente", explica el Doctor.
Por otra parte, Edgardo Marcos explica que el virus hanta tiene diferentes variantes, pero se puede dividir en dos grandes grupos, los que hacen daño cardiopulmonar, que son los más comunes en el continente americano, y los que afectan al sistema renal, que están presente en el sudeste asiático. Esta última se trata de la variante Seoul, que a diferencia del primer grupo, la pueden llegar a transmitir los roedores urbanos, los mismos que transmiten la leptospirosis.
A partir de acá, Marcos hace especial énfasis en recordar que hace poco más de un año, el 29 de marzo de 2023 se registró un caso del virus Seoul en la localidad de La Plata, que no se descarta que haya venido en barco desde el sudeste asiático hacia el puerto de dicha localidad. "Esto enciende una luz de alarma, porque si se puede transmitir la variante del virus Seoul en ratas comunes de ciudad, urbanas, esto abre las puertas a una nueva forma de contagio que no había sucedido nunca en nuestro país y deberíamos estar muy atentos", remarca.
Fiebre hemorrágica argentina
También conocida como Mal de los rastrojos o Mal de Junín. Es un virus que es muy común y desde hace muchos años está presente entre la gente que vive en el campo. Fue descubierta en la década del 50 en el partido de Junín, de allí su nombre.
"Los roedores que lo contagian también son las lauchas de campo, pero en este caso, a diferencia de las que transmiten hantavirus, se trata de las variedades calomys musculinus y akodon". explica el Dr. Marcos
"Se la llama Fiebre de los rastrojos porque antes las cosechas se hacían a mano y quedaban los rastrojos en el piso, donde estos ratoncitos iban a comer y luego los trabajadores se contagiaban el virus a través de la orina, la materia fecal o la saliva que dejaban los roedores en el lugar. O incluso aspirando este virus que queda suspendido en el aire en forma de aerosol, en lugares más cerrados, tal como sucede con el hantavirus", explica el especialista en Salud Pública.
En lo que se refiere a su gravedad, el médico veterinario afirma que "para esta enfermedad existe una vacuna en la Argentina que se aplica en las zonas rurales, donde la gente está en mayor riesgo. A partir de su aplicación, las consecuencias de la enfermedad son mínimas, pero si la persona no está vacunada, la mortalidad puede llegar al 30% de los contagiados. Y, como toda fiebre hemorrágica, los principales síntomas son dolor de cabeza y muscular, fiebre muy alta y sangrados por diferentes vías".
Vale subrayar que las recomendaciones para prevenir el contagio de este tipo de enfermedades se basan en mantener el orden y la limpieza de las áreas domiciliarias y peri-domiciliarias, de las viviendas peri-urbanas y rurales. En caso de tener espacios verdes, se aconseja cortar el pasto con frecuencia y no dejar desparramados elementos que funcionen como refugio de roedores, como neumáticos viejos, chapas o recipientes plásticos. También hay que intentar hermetizar los marcos de puertas y ventanas para evitar que entren y salgan roedores a la vivienda. Y, principalmente, dejar las leñeras o armar el cúmulo de leña lo más alejado de la vivienda en sí.
Por último, nunca se debe tomar un roedor muerto con la mano sin protección. Si no se cuenta con guantes, se lo debe hacer con una bolsa. Después de rociarlo con una mezcla de lavandina y agua se debe descartar en una bolsa doble.