El Jardín Botánico Histórico La Concepción en Málaga elige como planta del mes de agosto la cola de caballo. Esta especie puede observarse a la entrada del jardín. Son unas curiosas cañas de color verde. Están ubicadas junto al estanque porque se trata de una especie semiacuática. Paradójicamente, a esta planta se le conoce como equiseto de invierno.
Los equisetos llevan mucho tiempo en la tierra, alcanzaron su esplendor en el Carbonífero, hace unos 300 millones de años. Esta especie puede alcanzar 1,5 m de altura. Es una hierba perenne que forma colonias densas, que pueden llegar a ser invasoras si cuenta con agua en abundancia; se distribuye naturalmente por todo el hemisferio norte. El nombre del género procede del latín equus, caballo y saeta, cerda o pelo, en referencia a su nombre común, cola de caballo; hyemale significa invernal, probablemente debido a que el crecimiento se produce en invierno.
Tiene unos tallos huecos acanalados, de 1 cm de diámetro, que no suelen estar ramificados; en ellos hay tejidos clorofílicos capaces de hacer la fotosíntesis. Las hojas son muy pequeñitas, minúsculas, y están unidas en una vaina dentada en los nudos de los tallos, formando un anillo con la base oscura, que es característico de esta especie. El rizoma, tallo subterráneo, es largo y muy ramificado.

Los equisetos son plantas sin flores, por tanto no tienen frutos ni semillas, produce esporas en unos esporangios alargados que se disponen en estróbilos (los conos que conocemos como piñas). Los estróbilos se sitúan en la punta de los tallos; miden unos 15 mm y tienen la punta negra.
La cola de caballo crece bien a sol o semisombra. Tiene muchas propiedades medicinales, para tratar problemas del sistema digestivo o como diurético; en México y en Argentina son ampliamente utilizadas. Tiene una superficie áspera gracias a los cristales de silicio que posee, por lo que se ha usado para fregar platos, y en Japón como papel de lija.