UNA SINÓPTICA visión del panorama postelectoral nos da ciertas pistas. En general, han aflorado vertiginosamente formaciones que vienen del fragor de la batalla en la calle, de las famosas marchas ciudadanas y de los movimientos sociales. Ahora la configuración política aún está en el aire. Habrá gobiernos de minorías, abundantes para el PP. Suelen ser inestables, durar entre medio y un año. Pero hay algo importante: si se producen acuerdos entre partidos, lo que ahora pacten determinará las elecciones generales. Esos pactos, de producirse, van a obligar a los partidos a definirse en un discurso que les indentificará más.
Pero el rasgo sorprendente que se ha producido en las grandes urbes de España es la constatación de mujeres líderes en las corporaciones que se van a constituir. Desde Susana Díaz, en pleno proceso constitutivo tras haber adelantado las elecciones en Andalucía; pasando por Ada Colau, de Barcelona en Común, que será la nueva alcaldesa de la ciudad condal; siguiendo con Manuela Carmena, de Ahora Madrid, ganadora como candidata a la alcaldía de la capital del Estado —ambas apoyadas plenamente por el partido Podemos— además de Mónica Oltra que, con Compromís, alcanzará la presidencia de la Generalitat de Valencia y, por citar una más, Cristina Cifuentes, del PP, que necesitaría el apoyo de Ciudadanos para conseguir gobernar la Comunidad de Madrid. Triunfo de mujeres. Este es el cambio más significativo. Y, en su mayor parte, personas sencillas.
Confío en que este nuevo mapa matriarcal proporcione al país esa visión que suelen tener las féminas de la economía y de la justicia. Ambos conceptos, bastante ligados entre sí en cuanto a que cuando conocemos levemente muchas injusticias enseguida percibimos el olor de la ambición, casi siempre centrada en conseguir dinero de manera fraudulenta. Tal vez estas nuevas mandatarias sean capaces de liberar a la sociedad de este mal.
Pero el rasgo sorprendente que se ha producido en las grandes urbes de España es la constatación de mujeres líderes en las corporaciones que se van a constituir. Desde Susana Díaz, en pleno proceso constitutivo tras haber adelantado las elecciones en Andalucía; pasando por Ada Colau, de Barcelona en Común, que será la nueva alcaldesa de la ciudad condal; siguiendo con Manuela Carmena, de Ahora Madrid, ganadora como candidata a la alcaldía de la capital del Estado —ambas apoyadas plenamente por el partido Podemos— además de Mónica Oltra que, con Compromís, alcanzará la presidencia de la Generalitat de Valencia y, por citar una más, Cristina Cifuentes, del PP, que necesitaría el apoyo de Ciudadanos para conseguir gobernar la Comunidad de Madrid. Triunfo de mujeres. Este es el cambio más significativo. Y, en su mayor parte, personas sencillas.
Confío en que este nuevo mapa matriarcal proporcione al país esa visión que suelen tener las féminas de la economía y de la justicia. Ambos conceptos, bastante ligados entre sí en cuanto a que cuando conocemos levemente muchas injusticias enseguida percibimos el olor de la ambición, casi siempre centrada en conseguir dinero de manera fraudulenta. Tal vez estas nuevas mandatarias sean capaces de liberar a la sociedad de este mal.