LA ESPERANZA es lo último que se pierde, y pervive mejor en el mundo de las ideas, que, casi siempre, son como las cerezas: tiras de una y salen otras, de recompensa. Siempre hay algo más; más andadura, más medios, más vida, si haces, si luchas en los malos momentos y aguantas el temporal, si usas tus talentos y utilizas buenos pensamientos. Entre la hojarasca de las ideas siempre se encuentra alguna que nos viene como anillo al dedo. Los seres humanos intercambiamos día a día inestimables trozos de buena suerte y trazas de ánimo, sin los cuales todo sería insulso, anodino, vacuo. Parece baladí, pero estas sencillas acciones son uno de los resortes de pensar en positivo. Y ser positivo. Empecemos por agradecer lo que tenemos y lo que hemos disfrutado. Contribuimos así a aceptar el camino que nos ha tocado y, si no es el más apropiado, saber que podemos dar la vuelta a la tortilla, sorprendernos a nosotros mismos y resurgir de las cenizas. El capitalismo tiene sus días contados, es un sistema que se ha agotado, vivimos una época en la que las sorpresas ya son fulminantes y de bastante desolación, pero cada vez somos más quienes creemos en un floreciente, patente y drástico cambio mundial que hará concebir un panorama más fiable y atractivo. Eso que llamamos futuro. Pero solo será futuro si en él caben por fin quienes sufren injurias y falta de recursos. No renunciemos al gran proyecto de la equidad global en el que la solidaridad es un ingrediente fundamental y valoremos los gestos para azuzar así la economía, para repartir la riqueza y devolver la liquidez a la totalidad de la población. El problema actual es que los mercados están encasillados y mediatizados por los poderes de turno, se usan para domeñar a sectores sociales y son herramienta privilegiada y subjetiva de distribución de la riqueza, favoreciendo casi siempre a los grandes capitales, subordinando a las personas —a la mayoría de las personas— lo mismo que a la tierra y al trabajo, sin el fomento de los valores esenciales del ser humano.
Juan Carlos YAGO |
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