La Finca Municipal El Portón (Alhaurín de la Torre) ha vivido una noche de rumba y ritmos flamenco y pop este sábado con las actuaciones del grupo cordobés El Duende Callejero y el grupo sevillano Nolasco, organizadas por el Área de Festivales, Eventos y Actividades en El Portón, que dirige el edil Andrés García.
El espectáculo ha congregado a numerosos seguidores de ambos grupos musicales, que han disfrutado de un ambiente festivo y veraniego, enmarcado en el Ciclo Estivalh, donde además existía servicio de barra de bebidas y comida.
El Duende Callejero ha llegado con su gira 'Vamos a quemar el mundo', con la que está recorriendo todo el país este año tras el éxito de sus anteriores giras. Formado por cuatro vecinos de El Carpio, Aaron y Ángel como vocalistas; Félix en el cajón; y Rafa a la guitarra, este grupo nació en el 2016 en las calles de su pueblo y poco a poco fueron haciéndose con eventos y verbenas sacando incluso un tema propio como fue 'Nuestro techo de cristal'.
En 2017 se dieron a conocer a través del programa Factor X con más canciones propias como serían 'Barre las penas' y 'Un perro nuevo' hasta que en 2020 sacaron al mercado su primer álbum titulado 'Nuestra manera de hablar'.

Con él, y tras el período de pandemia, comenzaron a rodar por escenarios de toda España y a colaborar con otros artistas como Javi Medina o Raule. En 2023 sale su segundo disco 'Viento del Sur' hasta llegar a esta gira con la que se presenta en Alhaurín de la Torre.
Por su parte, Nolasco, que ha inaugurado el evento musical de la tarde-noche, cuenta con más de veinte años de carrera en la música y no es nuevo en el municipio ya que ha pasado varias veces por distintos escenarios de la localidad como el Callejea.
Inmerso en la preparación de su noveno disco, 'Henko', que verá la luz este otoño, el sevillano ha publicado en mayo su single 'Olor a romero y rumba' y ha traído hasta El Portón su evolución artística y musical que le ha llevado a realizar incursiones no sólo en el flamenco, rumba y pop, sino también en los últimos años su capacidad para reinventarse con incursiones en el folk y la electrónica.