La Guardia Civil de Almería levanta 66 actas y detiene a una persona requerida judicialmente tras la “rave” de Sorbas

La Guardia Civil ha levantado un total 66 actas de infracción por la vulneración de diferentes normativas y ha detenido a una persona requerida judicialmente tras la macrofiesta ilegal que tuvo lugar en una cantera del paraje El Hueli de Sorbas (Almería) entre el 31 diciembre y el 4 de enero y que congregó a más de 1.500 personas, lo que conllevó además la investigación del presunto organizador de la 'rave' por un presunto delito de usurpación.

Fuentes de la Guardia Civil han indicado a Europa Press que a través del dispositivo articulado para disolver el evento permitió arrestar a una persona a la que constaba una orden dictada por un juzgado ante un presunto contra la salud pública.

Así, además de identificar un total de 178 vehículos de entre los cientos de caravanas, autocaravanas y furgonetas, principalmente, que se desplazaron hasta el lugar, también se levantaron 16 actas de infracción de la ley orgánica de protección de la seguridad ciudadana (4/2015) vinculadas a la tenencia de sustancias estupefacientes.

Del mismo modo, los agentes emitieron hasta 22 multas entre los asistentes que fueron sorprendidos sin respetar las medidas de prevención y protección ante el covid-19, mientras que otros tres fueron multados por una infracción contra la seguridad vial.

El desalojo de la finca, de propiedad privada, a través de un camino de titularidad pública conllevó, de otro lado, otras 25 infracciones por vulneración de la ley autonómica de la Flora y la Fauna Silvestres (8/2003) que vela por la protección del medio ambiente.

La macrofiesta se dio por desalojada a última hora de la noche del martes 4 de enero tras un operativo en el que llegaron a participar en determinados momentos hasta medio centenar de agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) y que se desarrolló durante cerca de tres días.

Los participantes de la 'rave', que habían instalado carpas y escenarios en la zona, abandonaron el lugar "progresivamente" en un contexto de dificultad controlada ante el "evidente estado de embriaguez" en el que se encontraban o por "consumo de sustancias estupefacientes", lo que hacía "inviable" la conducción de los vehículos allí congregados.