La Policía Nacional de Zaragoza detuvo el pasado viernes 12 a una mujer como presunta responsable de un delito de estafa.
La investigación fue iniciada al tener los agentes conocimiento de la interposición de una denuncia en la que un hombre manifestaba que al comprobar su cuenta bancaria se había dado cuenta que en un espacio de unos tres meses, le habían realizado diversas extracciones de dinero que él no había autorizado, por valor de casi 5000 euros.
El denunciante explicaba que debido a su movilidad reducida, no podía abandonar su domicilio por lo que de manera habitual pedía a sus familiares que le realizaran retiradas de efectivo en cajero automático, facilitándoles su tarjeta bancaria y el número pin de la misma y que en una ocasión, le pidió a su pareja que le retirara 600 euros.
Tras hacerle entrega del dinero y el comprobante, la víctima se percató de que le quedaba en la cuenta alrededor de 1200 euros menos de lo que debería, por lo que envío de nuevo a su pareja a la oficina bancaria para que averiguara qué es lo que había pasado, contestándole ésta que el banco le había dicho que era una errata informática y que no se preocupase, por lo que ya no le dio mayor importancia.
Los investigadores, después de realizar las comprobaciones oportunas y revisar las fechas de las retiradas no consentidas, un total de ocho, averiguaron que las había efectuado la pareja del denunciante, aprovechándose de que conocía donde guardaba la tarjeta pudiendo acceder a ella sin problema y el número PIN de la misma.
Por tales hechos, el pasado jueves 12 los agentes procedieron a su detención y traslado a dependencias policiales, pasando horas después a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia, quien tras oírla en declaración decretó su puesta en libertad con cargos.