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El alcalde de Benalmádena, Víctor Navas; y el concejal de Urbanismo, Vías y Obras, han visitado esta mañana la avenida Arroyo Hondo para verificar “in situ” las obras de emergencia que se están llevando a cabo para el saneado y la contención del talud, que a raíz de la falta de mantenimiento, de los daños producidos con el paso del tiempo y de los temporales que se sucedieron en el mes de diciembre provocaron el desmoronamiento de gran parte del mismo.
“Es una actuación de emergencia motivada por la falta de mantenimiento padecida en las últimas legislaturas: seguimos en la búsqueda de financiación y medios para acometer estas intervenciones básicas para garantizar la seguridad de peatones y conductores”, ha destacado el alcalde Víctor Navas.
“Benalmádena tiene muchas actuaciones pendientes de mantenimiento en sus numerosos cauces y taludes: seguimos trabajando en ello para que el municipio poco a poco alcance un estado óptimo”, ha recordado.
En esta línea de actuación para garantizar la seguridad de los peatones, ha enmarcado la recientemente aprobada de manera definitiva ordenanza para el mantenimiento de edificios de más de 50 años.
“A raíz del alto riesgo que supone para la seguridad y la integridad de las personas y los vehículos que transitan por esta arteria, fue necesario acometer de manera urgente los trabajos, tendentes a evitar accidentes y desgracias personales, ya que se trata de una agrupación rocosa que acusa un avanzado estado de degradación con un alto riesgo de colapso”, ha detallado Oscar Ramundo.
“El mal estado que se aprecia no es cosa nueva, se puede decir que ya en años anteriores se han producido derrumbes similares pero nunca se llevaron a cabo actuaciones de calado como ésta para aportar una solución seria y duradera y evitar acometer actuaciones parciales como las que se han hecho en años anteriores, ya que solo son parches de corta duración, con una endeble consistencia”, ha valorado el concejal de Urbanismo.
Las actuaciones que se están llevando a cabo están orientadas a lograr la estabilización del talud, mediante el desprendimiento manual de los trozos de roca sueltos y a la fijación mediante una malla que contribuirá a la sujeción de esta parte del monte.
Previo a acometer los trabajos la empresa designada estaba obligada a contratar a un estudio de ingeniería para que llevase a cabo un análisis de la situación y la elaboración de un informe que determinaría la actuación a llevar a cabo.
Dicha actuación básicamente consiste en proporcionar una estabilización superficial mediante la utilización de técnicas como desbroce y saneo manual, malla de triple torsión con refuerzo de bulones y cables.
No solo se propone el desbroce y saneo manual de bloques inestables del talud como operación inicial, sino también en los sectores con más riesgo de desprendimiento se propone instalar en toda la superficie una malla de triple torsión.
En la zona de cabecera se reforzará sobre la malla con un bulonado y cosido con cable de acero galvanizado. Puntualmente, para aquellas cumbreras de taludes en las que se detectan cornisas inestables y cuya retirada por los medios anteriores no es factible, se propone el desprendimiento controlado de las mismas mediante taladros de mortero expansivo.
“En cuanto al coste de esta actuación de emergencia, y según los cálculos estimados por la empresa actuante, el mismo puede estar por encima de los 100.000 euros, cantidad provisional que se ajustará en próximos días al finalizar los trabajos”, ha concluido Ramundo.
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