Agentes de la Policía Nacional han desmantelado en la comarca de Les Garrigues (Lleida) una plantación de marihuana indoor con 800 plantas.
La investigación se inició a finales del mes de marzo cuando los agentes detectaron una finca a la que habían modificado su aspecto exterior con claros indicios de ser "salas de cultivo" finca que, además, emitía un fuerte olor a cannabis y mucho ruido procedente de las instalaciones de aires acondicionados y extractores existentes.
Una vez observado lo anterior y alertados por la compañía eléctrica de un consumo de amperios muy elevado de la finca, se realizaron vigilancias entorno a la misma para poder determinar si realmente existía una plantación de marihuana en el interior.
Finalmente el pasado día 25 de abril, los investigadores, junto con la Unidad de Intervención Policial de Barcelona procedieron a la entrada y registro en la finca, localizando cuatro salas de cultivo con 800 plantas de marihuana de distintos tamaños, pertenecientes a las cepas de cannabis de alto contenido THC.
Se localizó también una "sala de secado" donde se estaba procediendo a la deshidratación de parte de la producción de cannabis.
Bubble Hash o Ice-O-Lator
En una de las salas, dentro del congelador de una nevera, se encontraron distintos botes conteniendo parte de otra remesa seca y congelada, un total del 3kg 532 de flores de marihuana.
La presencia de estos botes de cannabis dentro del congelador hacen presumir a los investigadores que la misma iba a ser utilizada para producir una sustancia conocida como Bubble Hash o Water Hash que generara una sustancia mucho más potente y un mayor valor económico en el mercado.
Se detuvo a una persona que posteriormente pasó a disposición del Juzgado de instrucción de guardia. Al mismo se le imputan los delitos de Tráfico de drogas y Defraudación de fluido eléctrico.
La defraudación eléctrica comprobada in situ por la compañía eléctrica asciende a un total de 32.500 euros, a lo que se suma el peligro potencial que constituye realizar conexiones ilegales a la electricidad que afectan no solo al que realiza la instalación sino a los vecinos por la falta de seguridad en la instalación, incrementando las posibilidades de incendio y las sobrecargas eléctricas.
Este operativo ha sido llevado a cabo por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional de Lleida. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.