Las obras de Parque Castellana, el proyecto que supondrá el soterramiento del paseo de la Castellana entre la calle Sinesio Delgado y el Nudo Norte de la M-30, comenzarán la próxima semana. Así lo ha anunciado la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, tras la reunión semanal de la Junta de Gobierno. Los pliegos del contrato, formalizado el pasado mes de febrero, establecían un plazo de cuatro meses para que el adjudicatario redactase el proyecto de ejecución, complementando así el proyecto básico presentado a la licitación con los requerimientos efectuados por los distintos servicios municipales. Fruto de este proceso, se han incorporado al proyecto importantes mejoras por valor de 9,8 millones de euros, de manera que el presupuesto total de Parque Castellana será de 110,2 millones de euros, 6,8 millones por debajo del presupuesto base de licitación.
Entre las mejoras, destacan varias adaptaciones del diseño propuesto con el objetivo de mejorar la movilidad de la zona. El nuevo carril bici se ubicará en el flanco este del parque y, también en este flanco, uno de los dos carriles previstos será destinado a carril bus, lo que supondrá la creación de nuevas paradas en la acera. Asimismo, se construirá un carril de aceleración para la incorporación al Nudo Norte de los autobuses con destino a la M-607. A ello se añade el incremento de las conexiones peatonales entre ambas márgenes y el aumento de la señalización fija y variable en la ordenación final de superficie.
Para reducir el impacto en la movilidad durante la ejecución de la obra, se dotará a la vía lateral de Castellana sentido norte-sur de un carril bus además de los dos carriles existentes. Por su parte, en el lateral sentido sur-norte se ampliará la acera para la instalación de las paradas de autobús, tanto urbanos como interurbanos. Asimismo, se ampliarán los desvíos de tráfico rodado e itinerarios peatonales semaforizados en ambos laterales y se aumentará el número de semáforos provisionales.
El proyecto de ejecución introduce mejoras para minimizar las afectaciones del túnel a servicios existentes como la galería de abastecimiento del Canal de Isabel II que discurre en paralelo al eje del soterramiento. En este sentido, se optimizará el acceso al túnel desde la calle Monforte de Lemos. De esta forma, se optimizarán también los trazados de varias salidas de emergencia para evitar así su cruce bajo la citada galería del Canal. Además, para mejorar los tiempos de ejecución, se igualan los métodos constructivos con el fin de minorar el número de equipos distintos necesarios, mejorando así los rendimientos al poder dar más continuidad a los equipos de trabajo. Por otro lado, se han introducido mejoras en los acabados del túnel, cuartos técnicos y escaleras, aumentando la altura de los revestimientos para mejorar su futuro mantenimiento.

El proyecto de ejecución, además, contempla mejoras en los juegos infantiles, los equipamientos destinados al ejercicio físico, el alumbrado y el mobiliario urbano en general, así como en los materiales y acabados de la urbanización. Asimismo, se aumentarán las dimensiones de las cubiertas vegetales de las rampas de acceso y salida del túnel y se mejorará el sistema de impermeabilización del mismo.
Remate norte del paseo de la Castellana
El soterramiento tendrá una longitud de 675 metros y una anchura de 90 metros y generará un espacio de 70.000 m2 en superficie, lo que permitirá la integración como un solo ámbito continuo del entorno de las cinco torres y el hospital de La Paz con la antigua colonia de San Cristóbal y el futuro centro de negocios que contempla Madrid Nuevo Norte. Asimismo, el proyecto supondrá la materialización del remate norte del paseo de la Castellana como eje estructurante norte-sur de la ciudad. Una vez construido el túnel, en superficie solo circulará el transporte público y el tráfico local de acceso a los edificios.
El espacio generado sobre el túnel estará compuesto de varias zonas diferenciadas que en su conjunto formarán un nuevo parque urbano con numerosas áreas estanciales, de recreo y de paseo, todas ellas conectadas de manera accesible entre sí y con ambos flancos del paseo de la Castellana. La creación de Parque Castellana supondrá la plantación de 787 nuevos árboles, que unidos a los ya existentes sumarán más de un millar. A ellos se sumarán más de 38.000 arbustos.
Para integrar las bocas del nuevo túnel, en la parte sur del ámbito se creará una suave colina en cuya cima se instalarán una serie de bancos de piedra. Siguiendo hacia el norte, la parte de descenso de la colina será aprovechada para crear varias líneas de piedra escalonadas en forma de gradas que generarán una suerte de teatro al aire libre. Junto a este espacio se construirá una fuente de chorros.
El nuevo Parque Castellana tendrá una gran plaza central con forma de dos círculos contiguos que estarán rodeados de una arboleda. Uno de los círculos estará totalmente despejado y el otro contará con una pérgola de unos 25 metros de diámetro construida con acero y madera y que tendrá plantas tapizantes en la parte superior, alternando franjas paralelas y separadas entre sí para proyectar sobre el suelo bandas intercaladas de luz y sombra. Junto a la plaza central se ubicará un pinar que también integrará ejemplares de cipreses, cedros y encinas. Este bosque urbano tendrá un camino longitudinal y varios transversales, en cuyos márgenes se podrán encontrar espacios estanciales, un circuito biosaludable, zonas de juegos infantiles y de calistenia y un kiosco-cafetería.
El tramo final del ámbito estará rematado por una gran pérgola de carácter monumental y forma elíptica que combinará la función ornamental con la capacidad tecnológica para producir energía gracias a paneles fotovoltaicos. Bajo ella se ha previsto el único paso transversal de todo el ámbito para el transporte público y el tráfico local. También bajo esta estructura, al igual que en el extremo sur, las bocas norte del túnel se integrarán mediante un jardín sobre sus rampas. Asimismo, se incluirá un cantón de jardinería y un pequeño pabellón adosado a él en el que se instalarán todos los componentes necesarios para la conversión y, en su caso, volcado a la red de la instalación fotovoltaica de la pérgola tecnológica.
El nuevo túnel
El túnel resultante de la nueva ordenación concentrará el tráfico bajo rasante, permitiendo la continuidad del tronco de la Castellana hasta el Nudo Norte y su conexión a través de este nudo con otras vías de alta capacidad como en la actualidad (M-30, M-607, A-1 y M-11). En el sur, la entrada (o salida) al túnel se corresponderá con la del actual paso inferior que salva la intersección con la calle Sinesio Delgado, mientras que al norte su final se situará junto al hospital de La Paz, conectando directamente con el Nudo Norte. Además de las entradas norte y sur, se plantean más rampas de entrada y salida desde los ejes de Sinesio Delgado, Monforte de Lemos y acceso a Chamartín para garantizar las actuales circulaciones del ámbito y la conectividad de los viarios locales con el Nudo Norte.
El diseño del túnel se ha realizado en dos niveles con el objetivo de minimizar el impacto en el arbolado existente y poder conservar el mayor número de ejemplares, especialmente los de mayor porte, como las coníferas ubicadas en el lateral este. Ese segundo nivel del túnel será el que, en un futuro, permitirá conectar la Castellana con el barrio de Begoña y el nuevo desarrollo de Madrid Nuevo Norte salvando el Nudo Norte. En este sentido, este proyecto prevé dejar las infraestructuras preparadas para ejecutar dicha conexión.
El nuevo túnel contará con tres carriles por sentido, sin contar los diferentes accesos, salidas y enlaces. Por su parte, la mencionada futura prolongación dispondrá de un único vano para dos carriles.
Mejoras en ambos flancos del paseo de la Castellana
El proyecto también incluye la intervención en ambos márgenes del paseo de la Castellana, lo que garantizará la conexión con el espacio central generado sobre el túnel. Esos trabajos incluirán la creación de un carril bici bidireccional y segregado ubicado junto al nuevo parque en su flanco este.
Los trabajos en el lateral oeste contemplan la pavimentación de la acera pública que limita con el conjunto de las cinco torres y la renovación de la calzada que recorre esta vía en sentido norte-sur y que constará de dos carriles de circulación y un área de aparcamiento en línea. Por su parte, en el lateral este, que tendrá dos carriles (sur-norte), uno de ellos exclusivo para bus, y una banda de aparcamiento en línea, también se renovarán la acera y la calzada, lo que incluirá el establecimiento de diferentes pasos de peatones y marquesinas de autobús. Además, se realizarán mejoras en las calles transversales de Daniel Vázquez Díaz, Manuel Caldeiro, Andrés Manjón y Viejas.