Más de 60 embarcaciones de vela ligera y crucero, más de 200 tripulantes y 42 millas náuticas de recorrido. El Ascenso al Guadalquivir es una de las regatas más antiguas y largas del calendario nacional de vela ligera, abierta también a la clase Crucero, cuyo origen se remonta a 1966 con la ambición de fomentar la navegación por el principal río de la región andaluza.
La edición 59 de esta prueba se celebra mañana sábado 14 de junio, con un punto de partida situado en la desembocadura del río en Sanlúcar de Barrameda, donde se ha previsto que la salida sea a las 11:45. Durante una travesía que combina competición y aventura en un recorrido más que tradicional, se navegarán dos etapas sumando 42 millas náuticas, unos 77,8 kilómetros, hasta la línea de meta, situada en Coria del Río. Las embarcaciones inscritas, divididas en las clases crucero, raquero, windsurf, Raceboard, ILCA, patín, 470, 420 y catamarán, lucharán tanto por proclamarse vencedores de la regata como por romper el récord de velocidad que en 2024 registrara el windsurfista de Raceboard Nicolás Auriol, del Club de Vela Dársena de El Puerto de Santa María. Dicho récord batió por un minuto la plusmarca que se resistía desde hacía 36 años, renovando un tiempo histórico en esta prueba, cuyo crono más rápido ha quedado asentado en 4 horas y 24 minutos.

Dispuesta a romper el récord se encuentra la tripulación del GC32 de Foiling Base Cádiz impulsada por SailGP Inspire y el Instituto Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Cádiz, el catamarán volador bautizado como "Gallito" que en esta ocasión estará patroneado por Pablo Guitián, manager de la base, acompañado por el técnico portugués Luis Brito y el joven equipo de deportistas locales de la base, compuesto por los dos deportistas masculinos, Pablo Franco y Arturo Arauz, y las dos deportistas femeninas Sol López y Susana Ridao, con Santi Grosso y Jaime Aguirregomezcorta como atletas suplentes. Aunque la limitación de espacio y la peculiaridad del canal de navegación hace que conseguir el récord sea todo un reto para un barco volador de estas proporciones, su tripulación ha trabajado en su preparación con mucho entusiasmo y confían en que las condiciones les sean favorables.
En palabras de Pablo Guitián: "Esta regata representa un desafío bonito tanto para los deportistas a bordo del GC32 como para todo el equipo de apoyo que la hace posible: personal de tierra, logística de vehículos, embarcaciones auxiliares… El Ascenso al Guadalquivir es una prueba histórica y poder formar parte de ella aspirando a romper el récord en un catamarán foileador supone un objetivo ambicioso y muy motivador para nosotros. Participar con este barco y una tripulación conformada por atletas locales que se han formado en la base es una nueva oportunidad para seguir visibilizando el deporte náutico a todos los niveles".
Tras la llegada a línea de meta, en Coria del Río, los participantes avanzarán en formación para superar la esclusa que les dará acceso a la ciudad de Sevilla en torno a las 20:30, donde el Club Náutico de Sevilla, organizador de la prueba, les espera para una recepción y la entrega de trofeos en torno a las 22:30.