El Ministerio de Sanidad ha publicado una guía de recomendaciones para facilitar que padres o tutores puedan acompañar a los menores en el quirófano durante la inducción anestésica, con el objetivo de promover una atención más humana y cercana en el ámbito pediátrico.
El documento ha sido coordinado por la Subdirección General de calidad Asistencial de la Dirección General de Salud Pública y Equidad en Salud, y desarrollado con la colaboración los departamentos de humanización de las comunidades autónomas, profesionales sanitarios y sociedades científicas como la Sociedad Española de Anestesia, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR) y la Sociedad Española de Cirugía Pediátrica (SECP).
El texto parte del reconocimiento de que, para muchos niños y niñas, el momento previo a una operación puede generar un alto nivel de ansiedad. Se estima que hasta un 60% de los menores experimentan nerviosismo o miedo antes de entrar al quirófano. Permitir que estén acompañados por una persona de referencia en ese momento ayuda a tranquilizarlos, mejora su colaboración con el equipo sanitario y contribuye a que toda la experiencia sea menos estresante tanto para ellos como para sus familias. Además, la presencia de un familiar puede reforzar aspectos clave de seguridad, como el cumplimiento del ayuno o la revisión de contraindicaciones.
Recomendaciones técnicas y criterios de aplicación
El protocolo establece que la presencia de los padres será voluntaria y deberá estar previamente planificada. Se priorizará en menores de cinco años y en pacientes con necesidades especiales, siempre que las condiciones clínicas y estructurales lo permitan. Se excluyen situaciones de urgencia vital, limitaciones de espacio o razones de seguridad sanitaria.

Las recomendaciones contemplan todo el circuito asistencial: desde la consulta preanestésica —donde se informa y autoriza la participación del acompañante— hasta la fase de recuperación postanestésica, pasando por el acceso a quirófano, la preparación higiénica del entorno y el desarrollo de la inducción.
También se incluyen directrices para su aplicación en otras áreas como radiología intervencionista, oncología pediátrica o procedimientos ambulatorios, adaptando la medida a las particularidades de cada servicio asistencial.
Seguridad y evaluación
El documento subraya que el acompañamiento debe realizarse sin interferir en la actividad clínica y bajo la supervisión directa del equipo asistencial. Se han definido normas claras para los acompañantes, incluidas restricciones de comportamiento y requisitos de higiene.
Además, se prevé un sistema de evaluación del protocolo mediante encuestas de satisfacción y revisiones periódicas, con el fin de garantizar su mejora continua y adaptación a la evidencia científica disponible.
Con esta iniciativa, el Ministerio de Sanidad refuerza su compromiso con una atención sanitaria más próxima, respetuosa y segura para los niños y niñas que atraviesan procesos quirúrgicos, en línea con los principios de calidad, equidad y humanización del Sistema Nacional de Salud.