La cuarta campaña de investigación arqueológica de la UMA en el yacimiento del Cerro del Villar está llegando a su fin. Casi un mes de trabajo sobre el terreno -del 1 al 26 de septiembre- para desenterrar los orígenes de la Málaga fenicia, con resultados que reafirman su excelente estado de conservación, lo que lo convierten en uno de los asentamientos mejor conservados del Mediterráneo occidental de este periodo, hace casi 3.000 años, y corroboran su potencial para el estudio del fenómeno de expansión colonial en la Península Ibérica.
Esta mañana representantes de las instituciones que forman parte de este proyecto se han dado cita en la desembocadura del río Guadalhorce para desvelar los hallazgos encontrados en las nuevas excavaciones, que constatan la importancia de la producción alfarera del asentamiento en época púnica (siglo V a.C.), así como el buen estado de la factoría romana de salazones.
El encuentro ha estado presidido por el rector de la Universidad de Málaga, Teodomiro López, y ha contado también con la concejala de Juventud, Mercedes Martín; el delegado territorial de Cultura y Deportes de Málaga, Carlos García; el gerente de la Fundación Málaga, Gonzalo Otalecu; el director del equipo investigador, José Suárez, y el catedrático de Arqueología Bartolomé Mora.
El rector ha destacado la colaboración institucional como clave del éxito de este proyecto, "uno de los más importantes de la Universidad de Málaga", a la par que ha puesto en valor la importancia de la investigación en el ámbito de las Humanidades y las Ciencias Sociales.

En este sentido, todos los presentes han resaltado la trascendencia arqueológica del yacimiento a la hora de conocer y documentar la Málaga actual.
"El Cerro del Villar nos recuerda que nuestra ciudad nació abierta al comercio y al mar", ha señalado la concejala. Por su parte, el gerente de Fundación Málaga ha manifestado que es un orgullo apoyar la investigación de esta "joya", así como defender y difundir su patrimonio.
Hallazgos: al sur y al norte de la isla
Los trabajos de esta nueva campaña, financiada por la Junta de Andalucía, se han concentrado en varios puntos del yacimiento, ubicados en dos sectores opuestos de la antigua isla formada en el delta del río.
En el localizado al sur se ha encontrado un testar asociado a talleres púnicos de producción alfarera. Fechado en el siglo V a.C., indica, según señala el profesor de Prehistoria José Suárez, que es coetáneo a la importante ciudad de Malaka localizada en la margen izquierda de la desembocadura del río Guadalmedina.
"Esto significa que en esos momentos el Cerro del Villar funcionó como un ámbito artesanal relacionado con la ciudad, pero con una entidad superior a lo que se había imaginado hasta el momento", afirma Suárez. De hecho, estudios realizados por miembros del equipo de investigación del proyecto han demostrado que conservas de pescado envasadas en estas ánforas malacitanas fueron consumidas en importantes ciudades griegas del momento, como Corinto.

También en el sector sur se ha confirmado el buen estado de la factoría de salazones romana de época altoimperial, cuyo abandono se sitúa a lo largo del siglo V d.C. Esta relevante factoría, detectada mediante prospecciones geofísicas del subsuelo en 2022, ha sido excavada parcialmente, buscando su posible conexión espacial con las fases de ocupación fenicio-púnica.
Al norte, por otro lado, se ha continuado investigando la naturaleza de una serie de edificios de grandes dimensiones y buen estado de conservación, destacando la existencia de escalones construidos con piedras de gran tamaño que permitirían el acceso desde uno de estos inmuebles a una de las orillas de la isla, que pudo haber sido una zona de atraque o varadero.
Dichos inmuebles, de los que se conservan evidencias de dos fases arquitectónicas a lo largo del siglo VII a.C., presentan muros con zócalos de piedra con alzados en tierra que, en algún caso, pudieron haber presentado más de una planta, conformando una de las fachadas de la antigua isla. En su interior destaca el descubrimiento de contenedores de cerámica fabricados en el propio asentamiento, así como vajilla de uso doméstico y de preparación de alimentos, fabricados a mano, siguiendo la tradición local y, también, a torno, que responden a formas procedentes de Oriente.
Se han identificado a su vez ánforas de importación procedente de diversas ciudades griegas, caso de Atenas o Corinto, que contuvieron aceite y vino de calidad, que evidencian la pujanza económica del asentamiento por estas fechas. También se ha localizado parte de un alabastrón, pieza de origen egipcio que contenía, a su vez, vino de calidad. El hallazgo de parte de una máscara de terracota fabricada en los propios talleres alfareros del Cerro del Villar muestra la práctica de actividades de culto en el asentamiento.
También se confirma la presencia de prácticas metalúrgicas con técnicas de tradición local (vasijas-horno para producción de cobre), escorias y objetos de hierro que evidencian la práctica de la forja, siguiendo técnicas propias de Oriente.
Equipo científico
Bajo el liderazgo del profesor del Departamento de Ciencias Históricas de la UMA José Suárez, en esta cuarta expedición han participado investigadores de la institución malagueña vinculados a las áreas de Arqueología e Historia Antigua, así como de universidades andaluzas (Cádiz, Córdoba y Sevilla) e internacionales, procedentes de Chicago (EE UU) y Marburgo (Alemania), entre otras.
Igualmente, en esta campaña también se ha contado de nuevo con el apoyo de especialistas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de los Servicios Centrales de Apoyo a la Investigación (SCAI). Asimismo, un amplio grupo de estudiantes y egresados, en particular del Grado de Historia de la Universidad de Málaga, han colaborado en las tareas de excavaciones arqueológicas y de procesado de los materiales en laboratorio, conformando un equipo de más de medio centenar de personas.
El Ayuntamiento, por su parte, ha contribuido con cinco operarios de arqueología, además de habilitar infraestructuras como el punto de toma de agua para criba y flotación.
En paralelo a la excavación de este año, se continuará trabajando en el laboratorio de Arqueología de la UMA el procesado y la preservación del material arqueológico recuperado en los trabajos de campo para su posterior estudio y análisis, bajo la dirección del equipo de la empresa MENIA RESTAURACIÓN.
Colaboración institucional
Bajo el nombre, 'Cerro del Villar: naturaleza y temporalidad del proyecto territorial fenicio arcaico en la bahía de Málaga', este Proyecto General de Investigación se lleva a cabo en el marco de un convenio de colaboración entre la Consejería de Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía y la Universidad de Málaga, recientemente firmado.
La campaña se enmarca en el proyecto aprobado el 15 de febrero de 2022 por la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental y está gestionado por el Vicerrectorado de Investigación y Divulgación Científica de la UMA.
La investigación está financiada por la Consejería de Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía, colaborando a su vez otras instituciones locales, como el Área de Cultura, la Gerencia de Urbanismo y el Distrito de Churriana del Ayuntamiento de Málaga, la Fundación Málaga y la Diputación provincial.
Asimismo, se va a firmar un nuevo convenio entre la UMA y la Fundación Málaga, que continúa el llevado a cabo en 2024, y que permitirá apoyar la continuidad de los estudios en fase de laboratorio y de preservación y conservación de los hallazgos arqueológicos procedentes del yacimiento.
Por otro lado, la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga tiene en curso la redacción de un nuevo convenio institucional, que posibilitará la colaboración de especialistas de la UMA en estudios de diversos yacimientos arqueológicos de Málaga, entre los que destaca el propio Cerro del Villar. Vinculado también al Ayuntamiento de Málaga, el Distrito de Churriana ha colaborado en apoyo de infraestructuras y en el cierre de la excavación, aportando materiales y medios mecánicos.
La Diputación de Málaga, a su vez, ha facilitado el alojamiento de los investigadores en sus instalaciones de la Térmica y apoyado con otros servicios.