La revolución silenciosa de lo verde

Ya son unos cuantos los años en los que es raro no encontrarse cada día con una noticia relacionada con el medio ambiente. A pesar de que las políticas que se están aplicando hoy en día parecen un poco más agresivas, lo cierto es que las iniciativas para salvar el planeta llevan con nosotros mucho tiempo.

Cada vez son más las personas que están concienciadas con cuidar el medio ambiente, pero el problema radica en su economía. Algunos ciudadanos se quejan de que cuidar el medio ambiente les sale caro. Pequeños aspectos, por ejemplo, la compra de productos reciclados u otra serie de enseres que han sido desarrollados con una tecnología menos destructiva para el medio ambiente pueden ser algo más caros para el consumidor final.

Este problema se agrava aún más cuando hay problemas como la precariedad laboral o cuando la inflación aprieta. En este artículo vamos a hablarte sobre la ola verde, una tendencia cada vez más popular que demuestra que cuidar el medio ambiente, no solo es fácil de hacer, sino que también puede salir económico.

La ola verde es como se está empezando a conocer a este movimiento en donde se empiezan a llevar a cabo pequeñas prácticas respetuosas con el medio ambiente que no implican gasto para las personas.

Estos pequeños gestos individuales abarcan toda clase de ejemplos. Uno de los más destacados es el auge de los huertos urbanos caseros. Cada vez son más las personas que se animan a plantar un pequeño huerto en casa en donde, dependiendo de sus pequeñas dimensiones, puede desde tomates Cherry hasta hierbas aromáticas o fresas entre otras opciones.

Como la conciencia de la ola verde es colectiva, también es habitual que se empiecen a desarrollar huertos comunitarios o vecinales, evidentemente, algo más grandes, gestionándose de forma colectiva.

La ola verde no solo consiste en plantar estas cosas, sino tratar de reparar aquellos electrodomésticos que se han estropeado en lugar de comprar uno nuevo, reutilizar libros o intercambiar ropa en mercadillos conocidos como "swap parties".

Una de las acciones más conocidas es la práctica de la bicicleta. En este caso también ayuda bastante el desarrollo de carriles bicis a lo largo de la ciudad. Las personas se animan a ir al trabajo en bicicleta o, en otros casos parecidos, en patinete eléctrico. Cuando se llevan a cabo todos estos pequeños gestos se consigue reducir la contaminación con el tiempo.

Los gestos de la ola verde no deberían influir en el día a día de las personas. No se tratan de impuestos por la contaminación o la prohibición de llevar a cabo ciertas acciones, son tan solo pequeñas actitudes para las cuales se ha buscado un cambio de conciencia para que estas resulten ser menos contaminantes.

En esencia, la ola verde es bastante importante debido a las ventajas que esta supone. Cuando una persona cultiva sus propios alimentos va a terminar comiendo más sano. Esto se debe a que es más fácil acceder a productos de temporada y a que estos tampoco cuentan con sustancias químicas.

La ola verde también es un movimiento que mejora la salud de las personas al reducir el estrés o mejorar la actividad física. Todos estos aspectos, una vez más, contribuyen al ahorro económico, perfecto para cuidar de la economía familiar, y también a una mayor satisfacción personal.

No podemos terminar el artículo sin mencionar las ventajas que tiene para el medio ambiente esta ola verde. Además de reducir la huella de carbono, también se contribuye a una menor generación de residuos.

En estos casos una ventaja conlleva a la otra, ya que al generar menos residuos resulta más fácil conservar los recursos naturales y fomentar la biodiversidad. Todos estos pequeños gestos suman y, por supuesto, contribuyen a cuidar un planeta que cada vez tiene más habitantes, contamina más y se enfrenta a nuevos problemas y desafíos diariamente.

En la ola verde cada pequeña acción cuenta y tú, ¿te subes a la ola verde?