El alcalde de Mijas, Josele González, ha anunciado esta mañana la puesta en marcha en la localidad de un plan de control de ruidos en motos y ciclomotores con el fin de detectar aquellos vehículos de dos ruedas que excedan de los decibelios permitidos.
"Una de las quejas que nos habían trasladado los vecinos de Mijas en los últimos meses está relacionada precisamente con los ruidos que generan motos y ciclomotores que discurren por el municipio. Con el objetivo de detectar aquellos vehículos de dos ruedas que excedan de los decibelios permitidos en su ficha técnica, hemos contratado la asistencia técnica de una empresa de ingeniería homologada que se va a encargar, junto a nuestra Policía Local, de realizar estos controles de ruido en todo el municipio", señala González, quien ha adelantado que estos controles "se llevarán a cabo durante seis meses y serán aleatorios, un par de controles mínimo a la semana".
De esta manera, "se da respuesta a una demanda vecinal que no solo va a tener efecto en aquellas personas que sean sancionadas en estos controles, sino también funcionará como medida disuasoria para todos aquellos que en estos momentos cuentan con una motocicleta o ciclomotor y saben que no cumple con la normativa vigente al emitir en circulación más ruido del permitido".
Para saber si una moto o ciclomotor excede de los decibelios permitidos, se pedirá al conductor del mismo la ficha técnica del vehículo. "Se coloca el micrófono según marca la legislación a 50 centímetros de la salida del tubo de escape. Pediremos al conductor que ponga la moto a funcionar a las revoluciones por minuto a la que está homologada para determinar si el valor que viene reflejado en la ficha técnica está dentro de los parámetros que marca en ese momento el sonómetro", explica por su parte Antonio Aranda, ingeniero responsable de estos controles.
Si el resultado excede cuatro decibelios de lo que está permitido en su ficha técnica, la Policía Local de Mijas inmovilizará el vehículo y procederá a la sanción. En caso de que la ficha técnica del vehículo no refleje los decibelios permitidos, el límite máximo establecido que es de 87 decibelios. "Por ahora todos los que han pasado el control han tenido valores más bajos de lo que marca la homologación", concluye Aranda.