El capital humano altamente cualificado de Asturias es la mayor fortaleza de su sistema de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación (I+D+i) y una de sus mejores bazas para escalar posiciones en los rankings nacionales y europeos. Este es uno de los datos que pone de relieve el último informe de la Cátedra para el análisis de la innovación en Asturias (C_innovA), en el que también destaca el papel del sector público como elemento tractor para incentivar la innovación en la empresa privada.
La Cátedra de la Innovación, impulsada por la Consejería de Ciencia y la Universidad de Oviedo, y dirigida por los catedráticos Fernando Rubiera y Esteban Fernández, actualiza el informe del pasado año sobre la posición de Asturias en el contexto nacional y europeo, y revisa los efectos de la pandemia sobre el sistema innovador regional.
Los datos apuntan que el Principado sigue siendo una comunidad con un sistema innovador con gran potencial. Uno de sus principales valores es la gran concentración de capital humano altamente cualificado, algo que, según los autores del documento, "favorece que los recursos que se inviertan en I+D+i sean utilizados de una manera eficiente y que se generen efectos positivos sobre la economía, como incrementos del nivel de renta o de la productividad de los territorios".
Asturias se mantiene por encima de la media nacional en términos de población empleada en sectores de alta tecnología, con un nivel similar al País Vasco, Madrid y Cataluña; población con educación terciaria (que posee títulos de grado, máster universitario y doctorado); número de tesis doctorales y personal investigador.
Por lo que respecta a la producción científica, en 2020 se incrementó un 86% respecto al año anterior el número de publicaciones científicas por cada millón de habitantes. De hecho, es la quinta comunidad de España que aumenta en mayor porcentaje.
Si se toma como referencia la tasa de excelencia, definida como el porcentaje de publicaciones científicas que se encuentran dentro del 10% más citado, el Principado sigue por encima de la media nacional, mientras que se incrementa la colaboración internacional. Un 43% de las publicaciones científicas asturianas son realizadas con instituciones de fuera del país.
Una de las novedades de este estudio es que aplica un nuevo enfoque metodológico multidimensional, que no solo tiene en cuenta el esfuerzo inversor de las comunidades autónomas en I+D+i sino que incorpora además otros parámetros como, por ejemplo, el capital humano. Con esta metodología, que ordena a las regiones en términos de su desempeño innovador desde una perspectiva multicriterio, Asturias ocupa el lugar 11 entre las comunidades autónomas, frente a la posición 14 si solo se mide la inversión en I+D.
Esto demuestra, según los autores del informe, que el factor del capital humano es fundamental, por lo que "todas aquellas políticas orientadas a atraer o retener talento en Asturias favorecerán que la región se sitúe en un mejor puesto en el ranking de regiones, es decir, que mejore la situación del sistema innovador asturiano en el contexto nacional".
Por lo que respecta a la incidencia de la pandemia en el sistema innovador regional, no hay grandes cambios en líneas generales. Se mantienen las fortalezas del sistema y también la necesidad de incrementar la inversión en I+D+i. La intensidad de la innovación en la empresa asturiana crece en el sector servicios durante este periodo (2020-2021) y se mantiene estable en el sector de la construcción.
Por lo que respecta al impulso público para desarrollar el sistema científico e innovador asturiano, el documento pone de relieve el esfuerzo de la Administración autonómica, a través del Instituto de Desarrollo Económico del Principado (Idepa), que entre 2019 y 2021 aprobó la subvención de 35 millones para financiar 813 proyectos innovadores llevados a cabo por empresas de la región.