Agentes del Medio Natural y personal técnico de la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial han liberado dos buitres negros en el Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Las Ubiñas-La Mesa. Los ejemplares han permanecido cuatro meses para recuperar su condición física en el Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Sobrescobio.
Las aves fueron recogidas a principios del pasado septiembre en Castrillón. Se trata de ejemplares juveniles del año que, cuando fueron localizados, se encontraban muy delgados y deshidratados y presentaban síntomas neurológicos. Una vez en el centro de recuperación les hicieron análisis de sangre que determinó una intoxicación por ingestión de plomo (plumbismo) causante de un cuadro nervioso.
Durante el tratamiento que se les aplicó, se les administraron líquidos, nutrición, medicamentos y hemoderivados. Gracias a ello se produjo una mejora progresiva hasta la desaparición de la sintomatología y se observó una disminución de los niveles de plomo en sangre. Esto permitió su traslado a un voladero exterior, donde permanecieron hasta su liberación.
La reintroducción se produjo el pasado mes y, como es habitual, se les colocaron con dispositivos GPS para poder evaluar su correcta readaptación al medio natural. Los datos de posicionamiento satelital recogidos en este tiempo muestran que mantienen una actividad normal a lo largo de todo el norte de España. Los dos buitres se suman así a varios ejemplares de aves rapaces liberados con seguimiento tras su rehabilitación en las instalaciones del Principado.
Además de permitir realizar un seguimiento de su evolución, esta tecnología consigue que las aves pasen a formar parte de la red centinela de lucha contra el veneno y el furtivismo. El Principado ha puesto en marcha esta red en colaboración con científicos del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (IMIB), integrado por técnicos de la Universidad de Oviedo-CSIC y de la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial.
El buitre negro es un ave necrófaga amenazada. Se distribuye por Europa y Asia y en la península Ibérica se reproduce principalmente en colonias localizadas en bosques y dehesas del centro y sur peninsular. Es la rapaz más grande de Europa, y puede alcanzar tres metros de envergadura. Los ejemplares jóvenes, como los que se han liberado, realizan vuelos de exploración que cubren cientos de kilómetros, por lo que es relativamente frecuente observar ejemplares de esta especie en Asturias.