Poner en la intemperie (balcón, terraza o ventana) el amuleto a la exposición de la luz solar y lunar (día y noche) durante 3 días. El objeto amuleto, que bien puede ser un colgante o anillo, si tiene una piedra semi-preciosa es preferible. Ej.: Amatista, circonio, malaquita,... (verse según el signo de cada uno).
Dejarla dentro de un vaso de cristal con agua durante esos tres días. De esta manera será aún más efectiva la fuerza energética que le podemos dar.
Nota: Si el objeto está confeccionado en metal oro o plata, se tendrá en cuenta la posibilidad de agregar o no sal marina. Ya que ésta es corrosiva.
Luego de un mes aproximado de uso del amuleto se volverá ha repetir la exposición, como en el principio; pues así, limpiar y "mover" la energía negativa que pueda haber absorbido el amuleto defendiéndonos de posibles malas influencias.
Las piedras
Amatista: El color violeta transparente nos ayuda a vencer el deseo de consumir alcohol o juegos de azar en desmedida. Fuerte talismán.
Ámbar: Este fósil ayuda contra malas ondas energéticas. Propicia el amor. Simboliza los bienes de la propiedad, el cual asegura los negocios.
Cuarzo rosa o blanco: Debe estar presente en manera de objeto o amuleto en toda la casa, en nuestro altar o en nuestra cartera. Propicia el equilibrio emocional y afectivo. Fuerte imán para atraer el amor y la paz espiritual.
Malaquita: Su verde intenso junto con su vetas más oscuras, son el amuleto perfecto para ahuyentar males de ojo, tristeza en el hogar y sus influencias negativas. Luego de una separación amorosa.
Turquesa: Para negocios y matrimonios duraderos. Símbolo de poder en el antiguo Egipto. Acompañó a reyes y personalidades en las civilizaciones de la orilla del Nilo.
Zafiro: Su intenso azul y variedad de destellos nos propician protección y buena suerte en general.