El Castillo de Alcalá de Guadaíra tendrá iluminación monumental y artística en su interior por primera vez en la historia. Los trabajos ya han empezado para dotar de un sistema lumínico "que permitirá realzar torres, murallas y patios de las Alcazabas Occidentales para que vecinos y visitantes aprecien la grandeza de una fortificación única en Andalucía".
Así lo ha presentado el delegado municipal de Cultura, Patrimonio y Museos, Christopher Rivas, en una visita realizada a las obras de instalación del sistema lumínico ornamental que se desarrolla en colaboración con la Delegación de Hábitat Urbano y que cuentan con la aprobación de la Comisión Provincial de Patrimonio. Los trabajos se han iniciado este mes de junio con un presupuesto de 132.000 euros y, de cumplirse los plazos, podrán concluirse en el mes de octubre.
El sistema de iluminación, completamente de tecnología Led que permite mayor potencia lumínica con menor consumo energético, contará con proyectores en distintas ubicaciones que realzarán desde las murallas, a los patios de los Silos y de la Sima, y el interior de las ocho torres. Además, será de intensidad regulable y programable para adaptarse a la programación cultural y turística del espacio.

En este sentido, el delegado ha especificado que las citas culturales organizadas para este verano dentro de la programación Noctaíra no se verán afectadas por la intervención, aunque las visitas individuales o colectivas sí dependerán puntualmente de la evolución de los trabajos de cableado e instalación de infraestructura. De hecho, en estas primeras semanas las visitas al recinto fortificado se limitan al patio de los Silos, puesto que los trabajos se están centrando en estos momentos en el patio de la Sima, cuya entrada se retomará en breve conforme avancen las obras.
El Castillo de Alcalá tiene una larga historia. Es el resultado de cerca de 4.500 años de historia humana sobre el Cerro del Castillo, aunque todo lo que podemos ver en la actualidad es posterior al siglo XII, cuando el califato almohade construyó una primera fortaleza en el extremo oeste, en torno al Patio de los Silos. Después se ampliaría por la zona del Patio de la Sima, incluyendo un baño (hammam), produciéndose su evolución entre los siglos XII y XVII, con ocho torres ochavadas. Su paisaje de murallas y almenas marca la imagen más conocida del Castillo de Alcalá, emblema de la historia y el patrimonio de la ciudad.