Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón detuvieron el pasado sábado 13 de abril a un hombre de 30 años como presunto responsable de un delito de robo con violencia y otro de hurto.
Los hechos sucedieron en torno a las 11:00 horas en la concurrida Avenida de Navarra cuando los trabajadores de una empresa de señalización observaron como un hombre les estaba sustrayendo los teléfonos móviles que habían dejado en la parte delantera de su furgoneta.
Éstos, al darse cuenta de tal hazaña por parte de ese amigo de lo ajeno, no dudaron en intentar retenerlo hasta la llegada de la Policía Nacional y recuperar sus terminales telefónicos. Pero no fue tan fácil, el autor consiguió zafarse de sus víctimas y salir huyendo del lugar a la carrera, no antes sin lanzar a uno de ellos al suelo.
El segundo consiguió seguirle la pista y estar en contacto telefónico con un operador del CIMACC 091 al que iba retransmitiendo el recorrido realizado. Fue así, como tan sólo unos minutos más tarde, una patrulla de seguridad ciudadana lo localizaba metiéndose en un bar de la calle Pedro II El Católico.

Fue detenido en ese mismo instante como presunto autor de un robo con violencia, recuperando los dos móviles que acaba de sustraer. Pero tenía en su poder un tercer teléfono que claramente no era de su propiedad. Los agentes hicieron unas rápidas gestiones localizando a su legítimo dueño, un repartidor al que le habían hurtado su teléfono móvil también del interior de su furgoneta, tan sólo una hora antes y en la calle Rioja.
El detenido, con antecedentes policiales por hechos de la misma naturaleza, pasó a disposición de la autoridad judicial ayer 14 de abril, decretando el titular del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia su libertad con cargos.