El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a través del área de Cultura, inaugura mañana viernes 19 de diciembre, a las 19:00 horas, la exposición colectiva "Lo que queda por ser", en la Sala de arte Los Lavaderos. Un proyecto que reúne las propuestas de jóvenes artistas vinculadas a los programas de residencias PONOS Arte y Estudio 07 de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna (ULL), y que invita a reflexionar sobre la fragmentación de los grandes relatos contemporáneos y la necesidad de imaginar nuevas formas de narrar, habitar y relacionarnos con el mundo.
La exposición se inscribe en un contexto marcado por la crisis del macrorrelato y la disolución de las certezas, abordando cuestiones que atraviesan el presente desde múltiples perspectivas: el cuerpo como archivo y territorio simbólico, las relaciones eco-sociales, la saturación de imágenes, la memoria, la identidad y la construcción de futuros posibles. Lejos de ofrecer un discurso unificado, las obras conforman una constelación de miradas que dialogan desde la diversidad y la convivencia de voces.
El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, destaca que "esta exposición reafirma el compromiso del Ayuntamiento con el apoyo a la creación contemporánea y, especialmente, con las nuevas generaciones de artistas que encuentran en espacios como Los Lavaderos un lugar para experimentar, reflexionar y compartir su mirada crítica sobre la realidad que habitamos".

Por su parte, el concejal de Cultura, Santiago Díaz Mejías, señala que "se trata de una muestra que invita a pensar desde la complejidad del presente, sin respuestas cerradas, apostando por la pregunta, la fragilidad y la imaginación como herramientas políticas y poéticas".
El edil subraya además "la importancia de tender puentes entre la institución cultural y la universidad, fomentando el talento emergente y acercando el arte actual a la ciudadanía".
La exposición reúne obras de Alejandro Marrero Rodríguez, Nicolò Michelani, Cecilia Afonso Martín, Ana Carolina López, Mencía Machado Pérez y Ana Domínguez López, cuyas propuestas abordan desde distintos enfoques la transformación del cuerpo, la relación entre humanos y ecosistemas, la crítica a los relatos hegemónicos del arte, la memoria corporal y la especulación sobre futuros posthumanos y ecofeministas.
"Lo que queda por ser" se presenta como un ecosistema de pensamiento y creación, donde las piezas no funcionan de manera aislada, sino que se nutren del intercambio y la convivencia propias de los procesos de residencia artística. El conjunto invita al público a habitar la incertidumbre, a mirar de nuevo y a reconocer la potencia de imaginar otros modos de existencia.





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