El verano parece ser la estación más idónea para practicar algún tipo de actividad física debido a una mayor disposición de tiempo libre y a las buenas temperaturas que permiten disfrutar de más horas al aire libre. Sin embargo, son muchas las personas que han afirmado realizar algún tipo de deporte de forma cotidiana, independientemente de la época del año. Esta costumbre reporta innumerables beneficios a nuestro organismo. A pesar de ello, es importante tener en cuenta las diferencias nutricionales que existen entre hombres y mujeres. A través de un estudio publicado por varios científicos, entre los que se encuentra la profesora de la Universidad Católica de Ávila (UCAV) Dra. Nuria Giménez Blasi, se han puesto en valor los déficits nutricionales en la mujer deportista, los cuales pueden causar numerosos problemas de salud, así como un empeoramiento en el rendimiento deportivo y baja disponibilidad energética.
El peligro de padecer déficits nutricionales está acentuado en población femenina por su propia fisiología, presentando mayores deficiencias de determinados micronutrientes como el hierro, el calcio o los folatos. Este problema se agudiza en deportistas al aumentar el riesgo por una menor disponibilidad energética provocando el aumento de lesiones y alteraciones en el ciclo menstrual, algo que interfiere en el rendimiento deportivo.
Esto podría paliarse con prevención, tratamiento o monitorización de la deportista al calcular sus necesidades de forma individualizada. A todo ello, según la experta de la UCAV se añade otro problema prevalente que es la tríada de la mujer deportista que cursa con tres valores: déficit energético, amenorrea y osteoporosis. "Un porcentaje alto de deportistas poseen más de un factor de riesgo que puede llevarlas a la tríada", ha asegurado la profesora de la UCAV a través de su estudio.
Según este artículo, las deportistas tienen deficiencias en Fe, Vitamina D y, en menor medida, Ca, Mg, B12 y folatos, de los cuales el Ca es el que mayor deficiencia presenta.
Los expertos han asegurado que existe un desconocimiento importante de estos déficits nutricionales entre los responsables deporte, "parte del problema podría resolverse a través de la educación nutricional temprana y la monitorización de las deportistas", ha afirmado la profesora de la UCAV.