Cospedal reconoció en su momento que el salario de Bárcenas era una "simulación" de un contrato laboral hasta enero de 2013. Que se supiese que "desde 2010 no realizaba ninguna actividad en el PP" no obvia la realidad de que cotizaban a la Seguridad Social por él y efectuaban las retenciones de IRPF sin que estuviese trabajando. En el auto, por tanto, se considera que no es de recibo pagar a un trabajador casi tres años un salario sin recibir contraprestación por ello —más si ese salario asciende a 21.300 € mensuales— y, encima, proporcionarle medios materiales y personales para que los utilice no en desarrollo de la actividad laboral sino en beneficio propio.
La transparencia es la defensa de la ciudadanía en la lucha contra la ocultación que produce abusos y desfalcos propios de bandas criminales, que manejan datos secretos para conseguir sus fines más fácilmente. Es muy grave la ligereza con que se han tomado los grandes partidos un vacío legal donde ha crecido la avaricia particular, monstruo sistémico que se devora a sí mismo. La independencia del ser humano y la soberanía de los pueblos está por encima de malos usos de información privilegiada, un arma que se ha vuelto en su contra y que permite exigir un cambio en el que compartir riqueza y trabajo sea lo básico.
Se han equivocado y habrá que enterrar para siempre actitudes de este tipo. O estas enterrarán a la democracia con simulaciones, fraudes y cuadraturas del círculo de conveniencia.