Bautizada como una de las zonas más reconocidas de Madrid, la historia de este barrio arrancó en el siglo XIX, cuando el marqués José de Salamanca y Mayor quiso colocar a su ciudad entre las mejores del mundo y gastó una parte considerable de su fortuna en hacer realidad su sueño. Era el año 1860, y el millonario buscaba traer a su tierra natal lo que había admirado en las principales urbes de Estados Unidos y Francia: calles bien iluminadas, plazas acogedoras y un servicio sanitario realmente eficiente.
Tras invertir montos considerables de su fortuna, logró lo que buscaba y rápidamente el barrio de Salamanca se convirtió en el destino favorito de los personajes más importantes de la época: desde aristócratas hasta banqueros levantaron allí imponentes mansiones que todavía se conservan en pie.
La inoxidable popularidad del lugar es fácil de explicar: por un lado, ofrece grandes espacios verdes, donde olvidar el estrés cotidiano que impone toda gran ciudad con su eterno rumor de ruidos interminables (incluyendo el tráfico que nunca parece detenerse, con su inevitable coro de bocinazos e insultos), y, por el otro, cuenta con una fructífera actividad comercial en "La milla de Oro", el sitio donde han abierto locales las marcas más prestigiosas del mundo (Gucci, Cartier, Zara, Prada y Zegna).

Calle de Alcalá
Además, Salamanca cuenta con un destacado patrimonio artístico que arranca en su famosa Plaza Colón, que contiene tres obras maestras indiscutibles: los Jardines del Descubrimiento; el imponente monumento de mármol blanco que homenajea al descubridor de América; y una bandera que pesa cuarenta kilos y tiene trescientos metros cuadrados, sostenida por un mástil de veinte toneladas.
Para los intelectuales resulta una visita obligada la Biblioteca Nacional, que se encuentra al final de la plaza. Fue fundada por Felipe V a fines de 1711 y abrió sus puertas en marzo de 1712 como Real Biblioteca Pública. Cuenta con más de 35 millones de documentos que incluyen libros, manuscritos originales, estampas, dibujos, fotografías, grabaciones y partituras. Un detalle curioso es que cada libro que entra en la Biblioteca Nacional es sellado tres veces y se le coloca un código de barras y un hilo antirrobo, ya que no se permiten sacar ejemplares fuera del recinto.
Los amantes del mundo del arte también deben ir al edificio de la fundación Juan March, que cuenta con un activo centro cultural que, todas las semanas, convoca a destacados artistas para que den conferencias y dicten cursos.
Por supuesto, toda visita al barrio de Salamanca debe incluir un recorrido por el legendario museo del Prado, donde pueden apreciarse una colección imponente de los grandes maestros (por ejemplo, cuenta con 48 pinturas de Velázquez, 133 pinturas de Goya, 36 pinturas de El Greco, 40 pinturas de Tiziano, 48 pinturas de Brueghel y 6 obras de El Bosco), e incluye trabajos memorables como "El jardín de las delicias" de El Bosco, "Saturno devorando a su hijo" de Goya, o "Adoración de los pastores" de El Greco.
En el año 2024, según los registros oficiales, 3.457.057 visitaron el museo, lo que marcó un récord absoluto. Alfonso E. Pérez Sánchez, antiguo director de la institución, aseguró que "El Prado representa a los ojos del mundo lo más significativo de nuestra cultura y lo más brillante y perdurable de nuestra historia".
Para resumir, Salamanca combina cultura, arte, belleza, glamour y amor por el medio ambiente. Todo en un solo lugar. Algo verdaderamente único en el mundo.