Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal que distribuía cocaína desde un laboratorio clandestino. Utilizaban coches con compartimentos ocultos para esconder la sustancia estupefaciente y poder distribuirla sin levantar sospechas. Además, fijaban como punto de encuentro una nave para establecer contacto con los miembros de otras organizaciones. Se han practicado cinco entradas y registros en Madrid en los que se han intervenido más de 14 kilogramos de cocaína, un reloj de alta gama, cuatro vehículos, dispositivos electrónicos y móviles, útiles para la preparación de la droga, documentación relacionada con el hecho delictivo y más de 64.600 euros. Por todos estos hechos, han resultado detenidas seis personas -cuatro mujeres y dos hombres- como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a grupo criminal y tráfico de drogas.
Una nave como punto de encuentro con otras organizaciones criminales
La investigación se inició a principios del año 2025 cuando se tuvo conocimiento de la existencia de un clan familiar que estaría adquiriendo, fabricando y distribuyendo grandes cantidades de cocaína por toda la geografía española.
Los miembros de este grupo se habían establecido como un grupo jerarquizado, con funciones diferenciadas y que llevaba a cabo continuas medidas de seguridad para intentar dificultar la labor de investigación policial. Las pesquisas policiales permitieron averiguar que habitualmente acudían a una nave para organizar encuentros con los miembros de otras organizaciones criminales dedicadas también al tráfico de drogas.
Un laboratorio clandestino y dos coches caleteados
Para llevar a cabo la elaboración y adulteración de la sustancia estupefaciente, el grupo criminal contaba con un laboratorio clandestino oculto en el interior de una vivienda que contaba con todo tipo de maquinaria y útiles. Este domicilio estaba arrendado por una mujer que, a pesar de que pretendía aparentar no tener ninguna vinculación con el grupo criminal, la investigación policial permitió averiguar que mantenía una estrecha relación con el resto de los miembros y que además, era la encargada de cocinar la sustancia estupefaciente.
Finalmente se llevaba a cabo la distribución de la droga por toda la geografía española, utilizando dos vehículos que tenían compartimentos ocultos en los que la escondían, pretendiendo con ello evitar ser descubiertos en su actividad delictiva y así no levantar ningún tipo de sospecha ante posibles controles policiales.
Por todos estos hechos se procedió a la entrada y registro de tres domicilios ubicados en Madrid, una habitación de hotel y la nave que utilizaban como punto de encuentro, pudiendo ser intervenidos más de 14 kilogramos de cocaína, un reloj de alta gama, cuatro vehículos – dos de ellos caleteados-, dispositivos electrónicos y móviles, útiles para la preparación de la droga, documentación relacionada con el hecho delictivo y más de 64.600 euros en efectivo.
Han resultado detenidas seis personas -cuatro mujeres y dos hombres- como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a grupo criminal y tráfico de drogas, decretando la autoridad judicial el ingreso en prisión de todos ellos.