La Fundación Arzobispo Miguel Roca-Proyecto Hombre Valencia, dedicada a la prevención y actuación frente a las adicciones, ha celebrado hoy una jornada conmemorativa con motivo de su 40 aniversario (1985–2025), que pone en valor cuatro décadas de trabajo al servicio de las personas, que ha reunido a profesionales, voluntariado, antiguos usuarios y representantes institucionales.
El acto ha tenido lugar en la sede de la Fundación, situada en la calle Padre Esteban Pernet, 1, en Valencia, y ha incluido la entrega de reconocimientos a todos los presidentes y directores que ha tenido la entidad en las últimas décadas así como a empresas colaboradoras, centros educativos y entidades sociales, entre ellos, Escuelas Católicas de Valencia cuya secretaria Vicenta Rodríguez ha tomado parte, junto a otros profesionales.
Entre los presentes, han participado la presidenta de la Fundación, Aurora Aranda, y su actual director, Vicent Andrés y autoridades en representación de Gobierno y Ayuntamiento. Así, ha asistido Bartolomé Pérez, director general de Salud Mental y Adicciones; Marta Torrado, concejala de Integración y Bienestar Social del Ayuntamiento de València; Nacho Grande, ex director de la entidad y actual Secretario Autonómico de Familia y Servicios Sociales, y Agustín Alcayde, vicario episcopal para la Acción Caritativa y Social del Arzobispado de Valencia.

Y esta tarde continuará la jornada de 16:30 horas a 19:30, con un espacio de encuentro abierto a todas las personas que, en algún momento, han formado parte de Proyecto Hombre: trabajadores y trabajadoras, personas voluntarias, usuarios y ex usuarios, familiares y colaboradores.
El acto culminará con unas palabras de clausura a cargo del Arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent.
Esta jornada conmemorativa quiere ser un espacio de reconocimiento, memoria y encuentro, y una oportunidad para visibilizar la evolución del modelo de intervención y su impacto en la sociedad.
Una respuesta integral ante las adicciones y los retos sociales emergentes
La Fundación Arzobispo Miguel Roca Proyecto Hombre Valencia atendió directamente, durante 2024, a más de 3.000 personas, entre personas usuarias y familiares, a través de distintos programas terapéuticos y preventivos.
La atención se ha diversificado en tratamientos ambulatorios, comunidades terapéuticas, intervención intrapenitenciaria, viviendas de apoyo, y programas específicos para jóvenes a través del Projecte Jove.
La invisibilidad de la adicción
La adicción no es sinónimo de exclusión social. Un 41% de personas en tratamiento están en activo laboralmente y mantienen una vida laboral y familiar estable y eso les permite afrontar su adicción compatibilizando el tratamiento con sus obligaciones laborales y contar con apoyo familiar. Las adicciones afectan a todas las capas sociales aunque impacta de diferente forma, según datos de la entidad.
La adicción no afecta de la misma forma a hombres y mujeres. La memoria del 2024 presenta datos reveladores sobre el perfil de las personas adultas atendidas: un 77% son hombres con una edad media de 41 años, mientras que las mujeres, aunque minoría (23%), presentan mayores problemas de salud y acceden más tarde al tratamiento, evidenciando el doble estigma en la mujer.

Ante la ausencia generalizada en nuestra sociedad de percepción del riesgo respecto del impacto del abuso de determinadas sustancias legales, sobre todo, el alcohol, y las benzodiacepinas, y los juegos de apuesta, "es necesario darle un nuevo impulso a la prevención".
Entre los jóvenes, con una edad media de 18 años, el 69% presenta consumo problemático de cannabis y el 80% reconoce que sus amigos también consumen, datos que alertan sobre la normalización del uso de sustancias en entornos juveniles. También el 12% tienen problemas relacionados con las TIC (redes sociales, videojuegos, nuevas tecnologías y ludopatía).
Un modelo centrado en la persona y la comunidad
El equipo humano de la Fundación está formado por 58 profesionales, 128 personas voluntarias y 29 estudiantes en prácticas, configurando una estructura sólida y comprometida. El voluntariado no solo colabora, sino que se concibe como agente de transformación social y una parte muy importante en la fundación, especialmente presente en comunidades terapéuticas y en el acompañamiento familiar.
El enfoque terapéutico-educativo combina intervención psicoeducativa, ocupacional y médica, apoyo a la familia y teniendo en cuenta los contextos de la persona. Con una línea específica de tratamiento para personas con diagnóstico dual (drogodependencia y psicopatología psiquiátrica) y priorizando las situaciones de mayor vulnerabilidad social y económica.