Agentes de la Policía Nacional han desmantelado en la localidad valenciana de Aldaia un taller clandestino dedicado a la reparación y pintado de vehículos a motor y han detenido a su dueño, un varón de 54 años, como presunto autor de un delito contra los derechos de los trabajadores. Este, al parecer, empleó sin hacerles contrato ni darles de alta en la Seguridad Social a siete ciudadanos extranjeros, cinco de ellos sin permiso de trabajo en nuestro país.
Las investigaciones, llevadas a cabo por la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Comisaría Local de Xirivella-Aldaia-Alaquàs, se iniciaron en agosto de 2024, después de que una actuación de la unidad de Policía Nacional adscrita a a Comunitat Valenciana alertase de una posible situación de trabajo no declarado y empleo irregular por parte del dueño del negocio.
Tras varias pesquisas, los agentes finalmente inspeccionaron el taller, junto a Inspección de Trabajo y Seguridad Social. El mismo se encontraba oculto en el interior de una nave que funcionaba a puerta cerrada y sin ningún tipo de cartelería exterior. En ese momento, los investigadores ya identificaron a tres trabajadores extranjeros, de los cuales tres se encontraban en situación irregular en España, sin tener ninguno contrato de trabajo ni estar dados de alta en la Seguridad Social.

Se da la circunstancia de que el propio encargado del negocio también se encontraba en situación irregular y no tenía los permisos necesarios para dirigir la actividad mercantil.
Tras gestiones posteriores, los agentes identificaron a más trabajadores afectados, siendo en total siete los ciudadanos extranjeros que no contaban con contrato ni estaban dados de alta, y careciendo cinco de ellos, además, de permiso de trabajo en nuestro país.
Cobraban entre 6 y 10 euros la hora
Asimismo, los investigadores comprobaron durante la inspección que los empleados trabajaban sin equipos de protección individual en una actividad donde se utiliza maquinaria con alto riesgo de producir lesiones corporales, percibiendo un salario de entre 6 y 10 euros la hora.
Por todo ello, los agentes arrestaron al dueño del taller como presunto autor de un delito contra los derechos de los trabajadores. El arrestado ha quedado en libertad una vez oído en declaración, tras advertirle de la obligación legal de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea requerido y notificarle la apertura de un expediente de expulsión por infracción a la Ley de Extranjería.