La Pastoral Penitenciaria de Valencia, en colaboración con la Universidad Católica de Valencia (UCV) y la ONG Asociación para la Solidaridad, ha organizado este verano en el Centro Penitenciario de Picassent, un campamento de verano con internos.
Un equipo formado por veinte voluntarios y varios capellanes llevó a cabo, del pasado 30 de junio al 11 de julio, talleres y dinámicas orientadas a "fomentar la convivencia, fortalecer los lazos entre los participantes y ofrecer nuevas formas de entretenimiento y aprendizaje", señalan desde la Pastoral Penitenciaria.
La iniciativa surgió "como respuesta a la dureza del verano en prisión, cuando gran parte de las actividades habituales se interrumpen y los internos se ven obligados a pasar más tiempo en el patio bajo las altas temperaturas. En este contexto, los voluntarios quisieron acompañar y ofrecer alternativas de ocio, encarnando el espíritu del Evangelio de Mateo 25: "Estuve en la cárcel y vinisteis a verme", indican desde la entidad diocesana.

La experiencia ha sido muy enriquecedora tanto para los voluntarios, como para los internos. "Lo más valioso no son las actividades en sí, sino el encuentro humano: descubrir que detrás de cada interno hay una historia y un deseo de sentirse acompañado", señaló uno de los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria.
El campamento finalizó con una entrega de diplomas, un acto en el que los internos expresaron su emoción y gratitud hacia la Pastoral Penitenciaria y los voluntarios, agradeciendo la oportunidad de "olvidarse, aunque fuera por un rato, de la dureza de la privación de libertad". "Gracias a este campamento hemos podido sentirnos personas y no solo presos. Durante unos días nos olvidamos del calor y de la rutina de la cárcel", expresó un interno al recibir su diploma.