El Centro de Análisis y Prospectiva del Turismo de la Universidad de Córdoba (CAPT-UCO) ha realizado un informe de seguimiento sobre el nivel de satisfacción turística de los visitantes en los destinos SICTED del Sur de Córdoba en la última década, en el marco del proyecto de investigación y transferencia del Sistema de Información e Inteligencia Turística de la provincia de Córdoba (SITCOR), patrocinado por el Patronato Provincial de Turismo de la Diputación de Córdoba. Los resultados obtenidos a través de una explotación específica de las encuestas de satisfacción de visitantes del Sistema Integral de Calidad de Destinos Turísticos (SICTED) de la Secretaría de Estado de Turismo (SETUR), ha revelado una evolución favorable y de tendencia continua de mejora de la valoración general de los visitantes en los destinos del Sur de Córdoba, que integran la zona de la provincia con mayor número de municipios incluidos en este sistema de calidad turística integral.
En este informe sólo se han considerado los destinos SICTED de las comarcas de las Subbética cordobesa (Almedinilla, Cabra, Lucena, Priego de Córdoba y Rute) y la Campiña Sur de Córdoba (Puente Genil), que cuentan con datos de significación estadística suficiente derivados de las encuestas realizadas in situ en estos municipios en la última década a través del programa SICTED. Y, en general, los resultados obtenidos del conjunto de los municipios considerados revelan un índice de satisfacción media en torno a 4,39 puntos sobre 5 (Tabla 1) y un crecimiento continuado en el índice de valoración media durante la última década. Esta valoración media es incluso sensiblemente supearior a la del conjunto de los destinos SICTED de Andalucía en 2024 (Gráfico 1), que es de 4,23 puntos sobre 5, y de la propia ciudad de Córdoba (4,30 puntos sobre 5), si bien a nivel regional la evolución relativa de este índice ha sido algo negativa o incluso de cierto estancamiento, aun cuando siga siendo alta. Esto ha sido consecuencia sobre todo de la peor valoración de la relación calidad-precio de la oferta turística -particularmente en los subsectores de alojamiento y restauración-, que se ha ido registrando paralelamente a la escala inflacionista de los dos últimos años. Por lo demás, todas las variables de la oferta en el Sur de Córdoba, sin excepción, alcanzan índices de valoración más altos que la media que se alcanza en Andalucía en cada una de estas variables.
La gran mayoría de los indicadores de valoración han experimentado una evolución positiva en los municipios analizados, destacando en cuanto a mejores valoraciones las correspondientes a la hospitalidad (4,74 puntos sobre 5); la información turística (4,70), que en estos municipios tiene una larga trayectoria a nivel de gestión pública de oficinas municipales de turismo y acciones de promoción y difusión incluso a nivel comarcal (Mancomunidad de las Subbéticas); la restauración y gastronomía tradicional, que se ha convertido de hecho en el segundo motivo de atracción turística de la zona (4,57) después del turismo rural cultural y monumental; la seguridad de los destinos (4,44); la oferta cultural y de ocio (4,44) y la relación calidad-precio (4,43), que sin duda ha sido uno de los puntos fuertes de estos destinos rurales de interior en comparación con los destinos urbanos más cercanos, tanto de interior como de sol y playa, incluidos, por ejemplo, los destinos rurales del traspaís serrano de la Costa del Sol, que también han visto encarecer sus precios de manera significativa.

En cuanto a la oferta cultural y de ocio, destaca el hecho de que tenga una valoración por encima de la media de estos destinos, que haya ido mejorando sucesivamente en los últimos años y, sobre todo, que presente un índice de valoración turística significativamente por encima de la que se registra en la ciudad de Córdoba, lo que, sin duda, incide favorablemente en una estancia media superior a la de la capital, sobre todo en los municipios con mayor oferta mixta cultural, gastronómica y de naturaleza del área de influencia socioeconómica del Parque Natural de las Subbéticas cordobesas.
Con una valoración algo inferior a la media general, figura el alojamiento (4,37 puntos sobre 5). En este sentido, hay que advertir que el crecimiento de la oferta alojativa en el Sur de Córdoba se ha concentrado en el subsector de las casas rurales y viviendas turísticas, que apenas cuentan en su mayoría con servicios complementarios y de cierto valor añadido para los clientes, y aún no se ha dado un desarrollo ostensible en nuevos establecimientos hoteleros y apartamentos turísticos de gama media-alta que fueran capaces de atraer una demanda más exigente en calidad, servicios y equipamientos ofertados. Incluso, pese a las potencialidades del turismo rural y de naturaleza en el área de influencia socioeconómica del Parque Natural de las Subbéticas cordobesas, existe un importante déficit en hoteles rurales con encanto, hoteles boutiques, hostels-albergues rurales especializados y sobre todo campamentos de turismo, muy escasos y de categoría media-baja, y con no pocos proyectos fallidos a lo largo de las dos últimas décadas, como ha ocurrido también con algunos establecimientos de categoría superior que en su día se plantearon como punta de lanza del turismo en la zona como la Villa Turística de Priego de Córdoba o el hotel Prestige de Lucena.
Aspectos de mejora
Las peores valoraciones respecto a la media general se dan en el caso de la accesibilidad a los núcleos urbanos y a los recursos patrimoniales y territoriales de interés turístico (4,07 sobre 5 puntos); la oferta comercial y de compras (4,21); la señalización turística (4,22) y los medios de transporte (4,37). La menor valoración de la accesibilidad ha de explicarse no tanto por los accesos en materia de comunicaciones con el exterior, ya que las infraestructuras viarias y ferroviarias han experimentado una importante transformación con la puesta en funcionamiento de la autovía A-45, la ejecución de la autovía Estepa-Úbeda, que cruza todo el ámbito, y la previsión de la nueva autovía Granada-Badajoz, que transcurrirá por la zona oriental, así como la nueva la línea ferroviaria de alta velocidad Córdoba-Málaga. Este conjunto de actuaciones está reforzando la centralidad territorial del ámbito y mejorará su valor de posición, lo que contribuirá a la potenciación de su dinamismo económico y su mayor accesibilidad física para el turismo. Es cierto que en relación con el exterior en la actualidad se encuentra todavía limitada la accesibilidad con los municipios de la provincia de Jaén que conforman el Eje Diagonal Intermedio y con los ejes de desarrollo del litoral y del Guadalquivir en torno a la N-IV, dependiendo de la mejora de las infraestructuras viarias para su mejor integración en el sistema de ciudades medias de la zona central de Andalucía. Pero todo indica que en la percepción de los visitantes pesan más otros factores relacionados con las comunicaciones internas, el acceso a los núcleos urbanos y las intensidades de circulación de distintos itinerarios trasvasando desplazamientos hacia las vías de mayor capacidad, como sucede con la N-331 en relación con la nueva autovía A-45, lo que probablemente ocurrirá también cuando se efectúen las actuaciones previstas en los otros ejes de largo y medio recorrido; no obstante, la lejanía entre algunos enlaces de comunicación de esta autovía y la accesibilidad a los usos y actividades económicas y de servicios, concentrados sobre el trazado de la N-331, hacen que este viario continúe siendo el soporte esencial en las relaciones de corto recorrido, generando en las horas punta problemas de congestión en las entradas de algunos núcleos, que se ven adicionalmente incrementados con los procesos de conversión de determinados tramos en travesías urbanas, a lo que se suma la insuficiencia de aparcamientos disuasorios para evitar el acceso ciertamente complicado a los cascos históricos y centros poblacionales (embudos y tapones interiores de tráfico) y la mala señalización de las carreteras secundarias y locales de acceso a los recursos territoriales y patrimoniales de interés turístico y de los caminos para llegar a las numerosas casas rurales y viviendas turísticas en el medio rural, más aún en zonas de poblamiento disperso y diseminado, según los casos, como en el municipio de Priego.
Esto también está íntimamente relacionado con la valoración media más baja de los medios de transporte público a nivel interno en la zona de estudio, que presentan algunas deficiencias funcionales, así como con la señalización turística e informativa, que adolece en no pocos casos de la falta de actualización, funcionalidad y homogeneización, dado que ha sido el resultado de diversas acciones en años diversos, a salto de mata de convocatorias de ayudas y subvenciones a las entidades locales, sin una estrategia a nivel comarcal y con diseños y programas distintos que pueden confundir al viajero, sobre todo extranjero. En cuanto a los transportes y comunicaciones, hay que destacar la falta de líneas funcionales y con horarios amplios de transporte público para acceder a recursos e instalaciones de interés turístico y para los desplazamientos entre poblaciones, aun cuando la gran mayoría de los turistas que acceden a la zona utilizan el vehículo particular. El sistema de transporte público de viajeros presenta dos importantes disfuncionalidades: la estructura radial dominante, que conserva la herencia de un modelo antiguo concesional de servicio público que no ha evolucionado suficientemente hacia la unificación de líneas y que mantiene la inercia del modelo original de relaciones hacia la capital y con insuficientes conexiones transversales, tanto en el interior como para las relaciones exteriores, y la coincidencia con el servicio ferroviario, entrando en competencia directa con el mismo, duplicando la oferta en determinados horarios para ambos modos en el eje Montilla, Aguilar de la Frontera, Puente Genil. Una de las carencias adicionales a este modelo es la falta de intermodalidad y de opciones modales entre los sistemas de transporte privado y público colectivo. La carencia de intercambiadores de transporte de interés comarcal constituye una de las principales dificultades para una reducción efectiva de la movilidad en transporte privado, el cual se está incrementando progresivamente como se denota por el aumento de la motorización y por el efecto positivo de las mejoras viarias que se vienen realizando por la planificación sectorial de carreteras, que inducen al mantenimiento de esta tendencia. Por otra parte, las infraestructuras de servicios al transporte público de viajeros son deficitarias, de manera que sólo cuatro municipios cuentan con estaciones/apeaderos (Cabra, Lucena, Montilla y Puente Genil), las cuales, en algunos casos, adolecen de una adecuada localización respecto a otros posibles centros de transportes, como las estaciones ferroviarias, o presentan inadecuadas condiciones de accesibilidad.
Motivaciones de los viajeros para visitar estas comarcas
La explotación y análisis descriptivo de las encuestas del SICTED realizado por el CAPT-UCO arroja también algunos datos de interés sobre las motivaciones principales de los viajeros (Gráfico 2). El 63% de los visitantes afirma tener una motivación genérica vinculada al conocimiento y disfrute de los recursos culturales y patrimoniales de los municipales (turismo cultural y rural genérico), mientras que en un 13%, en segundo lugar, se trata de visitantes que se desplazan a la zona principalmente motivados por la visita a familiares y amigos (un 13%) y un 3% son meros excursionistas en tránsito por la zona y que, por tanto, no pernoctan en la misma.
Esto hay que ponerlo en relación, sobre todo, con el denominado "turismo doméstico de diáspora", distinto del turismo rural convencional, o sea, el generado por la población migrante que vuelve de visita a su lugar de origen a corta o larga distancia o sus descendientes a la tierra de sus ancestros. Y aunque ha sido poco estudiado en este tipo de destinos rurales, es ciertamente relevante en términos tanto cuantitativos como de cambios sociales. En este tipo de desplazamientos se entrecruzan fenómenos como la hipermovilidad, la migración y el turismo como principales causas de los mismos, de manera que crean una especie de turismo híbrido de retorno con una carga emotiva tan fuerte que actúa en la conformación de la identidad étnica o de grupo en la medida en que refuerzan el sentido de pertenencia en un contexto, la migración, que tiende a disolver lazos afectivos y perder referentes culturales.
En menor medida, hemos de señalar al turismo vinculado a motivos de negocios, trabajo y de carácter profesional, que hemos evaluado en un 4% de visitantes, aunque hemos de precisar que los desplazamientos relacionados con estos viajeros se concentran en su gran mayoría en las ciudades medias de Lucena y Cabra, por este orden, lo que se explica por su mayor dinamismo económico y de generación de negocio. Por otra parte, sólo un 2% representan los visitantes que acuden a los municipios de la zona por motivos de estudios y formación, sobre todo relacionados con los centros educativos de enseñanza media y formación profesional existentes en la zona. Y otro 2% representan también los visitantes que acuden a romerías y peregrinaciones de carácter religioso-popular como las de la Virgen de Araceli en Lucena y las de la Virgen de la Sierra y Romería de los Gitanos en Cabra, que atraen durante días a un gran número de visitantes.
Peor posicionamiento como motivación específica entre los viajeros es el turismo de compras, claramente muy minoritario, con solo un 1% de viajeros, lo que confirma lo que ya veníamos observando en algunas investigaciones anteriores en Córdoba y provincia sobre las escasas sinergias turismo-comercio, la mínima integración y visibilidad de la actividad comercial y otros subsectores relacionados como la artesanía, las tiendas gourmet y de productos agroalimentarios tradicionales en la oferta turística y, en consecuencia, la poca generación de efectos de arrastre del turismo en el sector comercial de estos destinos cordobeses. En cualquier caso, este porcentaje no es especialmente más bajo que el registrado por el turismo de compras en el conjunto de los destinos SICTED de Andalucía, y solo algo inferior que el de las ciudades capitales de provincia más turísticas, que presentan un mayor porcentaje de motivación específica para los viajeros (por encima del 1%).
Tipología de alojamientos
Otro de los aspectos tratados en las encuestas es la tipología de alojamiento utilizado por los viajeros (Gráfico 3). El alojamiento en establecimientos hoteleros es con diferencia el más utilizado, en concreto por el 31,0% de los visitantes, si bien en la práctica debe ser bastante mayor, ya que el 46% de los encuestados no contestaron a esta pregunta del cuestionario sobre el tipo de alojamiento utilizado, lo que desvirtúa finalmente los porcentajes y, asimismo, en la comarca no hay mucha diversificación de tipos de alojamiento, aun cuando en la última década ha sido muy importante el crecimiento de las casas rurales y viviendas turísticas, que son utilizados por un 10% y un 2%, respectivamente, de los viajeros. Un 8% de los viajeros utilizan las viviendas de familiares y amigos, lo que está en relación con la cierta significación que alcanza el turismo doméstico y de retorno de migrantes tal como referimos anteriormente. El alojamiento en campings/autocaravanas solo es utilizado por un 1% de los viajeros como consecuencia de que este subsector de alojamiento es el que presenta mayor déficit de oferta en la zona pese a las tendencias crecientes de la demanda en el uso de estos alojamientos. De hecho, solo existen en los municipios de estudio dos campamentos de turismo de escasa capacidad en plazas y de categoría inferior, en Rute (75 plazas) y en Priego de Córdoba (24 plazas). Por otra parte, las áreas oficiales, autorizadas y con servicios de estacionamiento de autocaravanas tan sólo se han instalado en la comarca muy recientemente a iniciativa de algunos ayuntamientos. Los municipios SICTED de Lucena, Cabra, Priego y Rute cuentan con sendas áreas de caravana, pero suman en conjunto poco más de 50 plazas y sólo disponen de servicios muy básicos que no siempre responden funcionalmente a las exigencias de la demanda.