En una nueva investigación publicada en la revista científica Journal of Iberian Geology, paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis han estudiado en detalle diferentes fósiles correspondientes a las vértebras cervicales, dorsales, sacras y caudales de tres dinosaurios ornitópodos. Asimismo, también han descrito huellas de este grupo de dinosaurios comedores de plantas. Todos los fósiles proceden de varios yacimientos emplazados en el Cretácico Inferior de Cabra de Mora (provincia de Teruel, España). Concretamente, los yacimientos están situados en rocas pertenecientes a la denominada Formación Areniscas y Calizas El Castellar (una unidad geológica que se depositó hace unos 130-127 millones de años aproximadamente, durante el Hauteriviense-Barremiense).
El título del trabajo, publicado en la revista internacional Journal of Iberian Geology, es 'Abundance of large ornithopod dinosaurs in the El Castellar Formation (Hauterivian-Barremian, Lower Cretaceous) of the Peñagolosa sub-basin (Teruel, Spain)' y está firmado por los paleontólogos Josué García Cobeña, Francisco Javier Verdú y Alberto Cobos.
Reconstrucción de Iguanodon galvensis en Dinópolis-Teruel. Créditos: Fundación Dinópolis
Los resultados de la investigación, según el paleontólogo Josué García Cobeña, “evidencian que dos formas indeterminadas de ornitópodos estiracosternos de gran tamaño coexistieron durante este tramo geológico en lo que hoy es Teruel: una grande (de unos diez metros de longitud) relacionada con el género robusto Iguanodon, y otra más esbelta de menor tamaño (de unos seis metros)”. Esta diversidad de grandes ornitópodos refrenda investigaciones anteriores del mismo equipo en yacimientos cercanos de la misma edad geológica en el municipio próximo de El Castellar. Sin embargo, una aportación importante de la nueva publicación es la atribución de los huesos fósiles de dos de los yacimientos a Iguanodon galvensis. “Esto supone que este dinosaurio también vivió en periodos geológicos más antiguos de los previamente establecidos para yacimientos de la Formación Camarillas en Galve y Aliaga”, afirman los coautores del trabajo, Javier Verdú y Alberto Cobos.
Por otra parte, las huellas están fosilizadas en forma de rellenos en varios niveles estratigráficos. Alguna de ellas se asemeja a la morfología del icnogénero Caririchnium y son asignadas también a grandes productores ornitópodos (a través de las huellas se puede inferir que algunos de los dinosaurios tendrían más de dos metros de altura hasta la cadera). Asimismo, es de resaltar que los yacimientos con huellas de dinosaurios en la Formación El Castellar son muy escasos.
Niveles con huellas de dinosaurios en Cabra de Mora (Teruel). Créditos: Fundación Dinópolis
La presencia conjunta de huesos y huellas de grandes ornitópodos en esta unidad geológica, evidencia que estos dinosaurios debieron ser frecuentes en los humedales costeros del Hauteriviense-Barremiense en este sector de la denominada geológicamente como subcuenca de Peñagolosa. Esta investigación forma parte de la tesis doctoral de Josué García Cobeña y ha tenido el apoyo del Departamento de Educación, Cultura y Deporte y del Departamento de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento del Gobierno de Aragón a través del grupo FOCONTUR. Asimismo ha recibido financiación de varios Ministerios del Gobierno de España y de la Unidad de Paleontología de Dinosaurios de Teruel.
Algunas de los centros vertebrales cervicales y dorsales (color marrón) asignados a Iguanodon galvensis y su posición relativa en el cuello y “espalda” del dinosaurio. Créditos: Journal of Iberian Geology, García-Cobeña et al. (2022)