Bajo el lema "Lobo vivo y protegido", la manifestación que ha comenzado a las 12:30 en Atocha ha recorrido el centro de Madrid en defensa de esta especie tan necesaria para alcanzar el equilibrio de nuestros ecosistemas, el lobo, un animal incomprendido, perseguido sin razón y convertido, desde hace ya algunas décadas, en un instrumento político. En la marcha han participado miles personas provenientes de toda España que han alzado su voz contra las matanzas de lobos.
El pasado 20 de marzo una mayoría parlamentaria, impulsada por el Partido Popular, eliminó la protección nacional del lobo a través de una artimaña legislativa, que desatiende a criterios científicos y al procedimiento marcado por la ley. Una situación que este domingo se ha denunciado ante la infundada decisión política que supone modificar normativas ambientales a golpe de presión sectorial y que constituye, por tanto, un gravísimo precedente para la protección de la naturaleza.
Las ONG lamentan que, en lugar de apostar por la conservación de la especie y por la coexistencia, se vuelva a apostar por gestionar el conflicto matando lobos. En un momento en el que las poblaciones de la especie no se han recuperado, ni se ha alcanzado una convivencia real.

Las organizaciones convocantes no pueden permitir que se vuelva a perseguir y cazar al lobo como antaño, pues esta especie es una pieza clave de los frágiles ecosistemas, que necesitan toda la protección, y su defensa como patrimonio de toda la sociedad es nuestro deber.
En la manifestación se ha reclamado el fin inmediato de las batidas de lobo, que han sido paralizadas por los tribunales en Galicia, pero que ya se han puesto en marcha en Comunidades Autónomas como Cantabria y Asturias a pesar de los recursos judiciales impulsados desde la sociedad civil.
Al unísono, y alzando una gran pancarta, se ha exigido que el lobo ibérico vuelva a estar incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) y que, además, se cumpla la Directiva Hábitats de la Unión Europea, para que el lobo siga recuperando los territorios donde se ha extinguido.
Entre las reivindicaciones manifestadas, se ha hecho especial hincapié en la necesidad de aprobar planes de conservación de la especie, que estén basados en el conocimiento científico y, que, además, permitan la persecución eficaz de la caza furtiva y el envenenamiento. También se ha reclamado programas para dar conocer la importancia de esta especie y el insustituible papel ecológico que juega en nuestros ecosistemas y que no se contribuyan a transmitir bulos y falsas creencias, sino que se aporte a la sociedad información seria rigurosa y veraz sobre la especie, su comportamiento y su importancia. En definitiva los manifestantes han reclamado que las administraciones pongan en valor a esta especie y trabajen por el lobo vivo y protegido.