El próximo sábado 18 de octubre se celebra el Día Internacional de la Reparación, el cual tiene lugar cada año el tercer sábado de octubre en todo el mundo desde 2017. A lo largo del mes de octubre miles de personas participarán en talleres de reparación e intercambios de objetos con el objetivo de visibilizar a las comunidades de reparadores y reparadoras y fomentar el derecho a reparar para prevenir la creciente generación de residuos y poner fin a la extracción de recursos naturales que conlleva.
La sociedad civil española también se ha sumado a la iniciativa un año más con la organización de actividades descentralizadas en todo el territorio. Todas las actividades se pueden consultar en el mapa de la Open Repair Alliance. En concreto, los colectivos están organizando Repair Cafés en Galicia, Madrid, Andalucía, Aragón, Cataluña, Islas Baleares, y Valencia, espacios gestionados por personas voluntarias con experiencia en reparación, en los cuales la ciudadanía aprende a reparar piezas de textil o pequeños aparatos eléctricos y electrónicos de manera gratuita.
En el contexto de triple crisis ambiental (de biodiversidad, de contaminación y climática), el creciente flujo de residuos es un problema que contribuye a las tres, y por lo tanto es clave para hacer una transición hacia un modelo de producción y consumo más sostenible, enmarcado en la economía circular y un uso más eficiente de los recursos naturales. En la actualidad existen múltiples barreras a la reparación que no permiten a las consumidoras y usuarias reparar sus aparatos eléctricos y electrónicos, por ejemplo.
La basura electrónica es el flujo de residuos que más rápido crece en el mundo: en 2022 se produjeron 62 mil millones de toneladas de este tipo de residuos. El textil también es otro sector con cifras alarmantes: el 2018 se generaron 92 millones de toneladas de residuos textiles. Según la Alianza Residuo Cero, es indispensable tomar medidas y acabar con el despilfarro que supone un modelo de producción y consumo basado en el comprar, usar y tirar.
Ante esta situación, Amigas de la Tierra, AERESS, CECU, Setem, Restarters Vallalta, eReuse, Pangea, Ingeniería sin Fronteras y la Alianza Residuo Cero reclaman una trasposición de la directiva por el derecho a reparar efectiva que garantice la durabilidad de los objetos puestos en el mercado, así como su reparabilidad.
En estos momentos, desde del Ministerio de Consumo se está llevando a cabo la transposición de la Directiva por el Derecho a reparar, junto con la transposición de la Directiva contra el lavado verde (Greenwashing), y la Directiva 2024/1799 por la cual se modifican varios reglamentos que afectan al derecho a reparar. Estas transposiciones quedarán recogidas en la futura Ley de Consumo Sostenible.
Las organizaciones han presentado alegaciones al borrador de la ley con el objetivo de conseguir una transposición de las directivas europeas que obligue a las administraciones a implementar de forma más eficaz la jerarquía de residuos (reducir, reutilizar, reparar, recuperar, reciclar) y conseguir llevar a cabo una prevención de residuos más ambiciosa; también para que la industria fabrique productos que sean más duraderos, reparables y fácilmente reciclables.