Junto a la galería norte, en una de las tres bocas de la mina de La Paloma, en Zarza la Mayor, en la tarde de este miércoles se pudieron escuchar aplausos, palabras de agradecimiento, de ánimo y de satisfacción: "Por fin los hemos encontrado". Eran familiares, descendientes de asesinados por el franquismo, cuyos cuerpos podrían estar en la fosa común de esta vieja mina de fosforita.
Rápidamente se corrió la voz de unos a otros: el equipo de Aranzadi, que trabaja en la excavación y exhumación de esta fosa, impulsada por la Universidad de Extremadura y la Diputación de Cáceres, había hallado, por fin, los primeros restos humanos, confirmando así lo que durante años y años, incluso los años de silencio y miedo de la dictadura, se decía, que allí se iban lanzando y enterrando los cuerpos de vecinos asesinados por el régimen.
Uno de los técnicos de Aranzadi, Asier Izaguirre, subía de la boca y explicaba cómo, tras tres años de trabajos, este miércoles, a 36 metros de profundidad, se desenterraba, en primer lugar, unas monedas. A partir de ahí, se fueron sucediendo objetos y restos humanos, como huesos, una billetera, un mechero, una suela de un zapato…

"Es un gran día, tras tres años de campaña, hemos conseguido encontrar restos, aún queda mucho, pero esto es ya un gran avance, porque en todo tipo de exhumaciones nunca se sabe la profundidad a la que pueden estar los cuerpos, y empezamos con 11 metros y ahora estamos en una cota de 36 metros, y ahí estaban los cuerpos", manifestaba Izaguirre. "Es una enorme alegría, porque no hay mayor precio que satisfacer a los familiares, nuestro mayor reto es poder devolverles sus familiares.
Son los primeros restos humanos que se encuentran, bajo 300 toneladas de piedra encima de ellos. "Capas de basura y basura, vegetal, roca y roca… y los cuerpos".
En estos próximos días se incorporará otra parte del equipo de exhumación y forense, para continuar con los siguientes pasos, que es ir descubriendo capa tras capa, ya que los restos hallados ahora corresponderían a los últimos cuerpos lanzados, y, tras los estudios que se han ido haciendo, se cree que en esta fosa podrían encontrarse restos de personas de Zarza la Mayor, Ceclavín u otros municipios, incluso de Sierra de Gata.
"Esto nos ha devuelto la esperanza", se podía escuchar entre los familiares que se han acercado. Luisa, por ejemplo, espera encontrar los restos de su suegro, "al menos yo, porque su hijo, mi marido, murió comenzado este trabajo pero sin darle tiempo a tener esta alegría, y eso que cuando empezó todo esto, vino mi marido, fue uno de los que empezó a mover todo esto, porque tenía esa espinita".
María habla de su padre. "Mi padre no desaparició, lo sacaron de casa y no volvió. Crecí sin padre… Nunca podíamos decir que le habían hecho esto o lo otro, solo podíamos decir que estaba desaparecido, pero estoy esperanzada, a ver si tenemos suerte y mi padre está aquí".
La vicepresidenta primera de la Diputación de Cáceres, Esther Gutiérrez, concejal, además, en el Ayuntamiento de Zarza la Mayor, quiso acercarse a acompañar a los familiares, junto con el responsable del Servicio de Memoria Histórica y Democrática de la diputación, Fernando Ayala, además del director académico de este trabajo de exhumación, el catedrático Julián Chaves.
Gutierrez manifestaba su satisfacción. "Lo hemos conseguido, entre todos, hemos conseguido un paso más hacia la verdad, la justicia y la reparación, porque la diputación tiene un compromiso total y absoluto con la defensa de los derechos, con la Ley de la Memoria Histórica, y estamos empeñados en la concienciación entre las nuevas generaciones para que se conozca lo que supuso ese régimen, y no es una cuestión de ideología, es cuestión de responsabilidad colectiva, para que se sepa la verdad, se conozca la historia y no se vuelva a repetir".
Por último, la vicepresidenta de la diputación confía en avanzar de la misma manera que se avanzó hasta el final en la mina Terría de Valencia de Alcántara, de la que se pudieron recuperar los restos de 49 víctimas del franquismo.