Agentes de la Policía Nacional en Baza han detenido en dicha localidad a dos mujeres como presuntas autoras de un delito de hurto. Estas mujeres, de 54 y 45 años respectivamente, ambas sin antecedentes policiales, se habrían aprovechado de su labor como asistentas del hogar para sustraer objetos de oro en los domicilios donde trabajaban, que posteriormente vendían en comercios de compra-venta de dicho metal precioso. La mayor habría realizado la venta de numerosas piezas que le habrían reportado un beneficio por más de 8.500 euros, mientras que la menor habría realizado operaciones por encima de los 6.000 euros. La investigación policial pudo determinar, con la colaboración de las víctimas, que los objetos vendidos no eran propiedad del vendedor, por lo que las pesquisas se centraron en determinar su procedencia. Ambas han pasado a disposición judicial y los objetos de oro sustraídos han podido ser en gran medida reconocidos y recuperados.
Se aprovechaban de tener acceso a los objetos de oro
La investigación policial se ha desarrollado desde noviembre de 2024 hasta mayo de 2025, dando como resultado la detención de dos mujeres como presuntas autoras de delitos de hurto cometidos en los domicilios donde trabajaban como asistentas del hogar.
En el marco del seguimiento y control a las casas de compra-venta de oro, la Policía Judicial de dicha localidad detectó que dos mujeres realizaban ventas semanales de joyas, obteniendo como beneficio total por las joyas vendidas entre ambas un total de casi 15.000 euros.

Estos hechos dieron inicio a una investigación minuciosa, en la que se averiguó que las dos involucradas se dedicaban a labores de asistencia del hogar, lo que les proporcionaba acceso a las joyas de sus empleadores. Los agentes procedieron a identificar joya por joya el origen de las mismas, localizando de donde fueron hurtadas las piezas entre los domicilios en los que trabajaban las sospechosas en las localidades de Baza y Zújar. La sustracción de las joyas no había sido denunciada porque los propietarios de las mismas no se habían percatado de su desaparición hasta ser notificados por los investigadores policiales. La confianza que depositaban en las asistentas del hogar fue clave para que estas pudieran hacerse con los objetos de valor sin que nadie se diera cuenta.
Gracias a la intervención policial, se logró la detención de las dos mujeres y la recuperación de parte de las joyas sustraídas en cinco domicilios diferentes. Gran parte de estas piezas han podido ser recuperadas al no haber sido aún fundidas en las casas de compra-venta de oro.
La primera detenida, de 54 años, habría realizado venta de piezas que le habrían reportado un beneficio mayor de 8.500 euros; la segunda, de 45 años, habría realizado operaciones por más de 6.000 euros. Ambas mujeres, sin antecedentes policiales previos, han pasado ya a disposición de la autoridad judicial.