Investigadoras del CIMCYC UGR han profundizado en las dinámicas psicológicas presentes en las distintas posiciones sobre la inclusión de la lucha por los derechos de las personas trans dentro del movimiento feminista en España, un tema que se ha intensificado tras la aprobación de la 'ley trans' (Ley 04/2023).
El trabajo explora cómo la identidad feminista de las mujeres cisgénero (las que se sienten identificadas con su sexo biológico) se relaciona con su apoyo u oposición a los derechos de las personas trans. Las investigadoras han demostrado que las narrativas de conflicto, a menudo presentes en redes sociales, pueden aumentar la sensación de amenaza y las creencias de suma cero.
Es decir, estos contenidos y mensajes dan lugar a la idea de que el progreso para un grupo implica la pérdida de derechos o recursos para el otro, lo que lleva a una menor disposición a apoyar los derechos trans. Sin embargo, el estudio también señala que la identificación feminista puede actuar como un factor protector contra la hostilidad hacia dicho colectivo.
Para entender cómo influyen los mensajes, el equipo de investigación ha mostrado a participantes online del estudio varias noticias ficticias. Algunas de ellas decían que las feministas ven positivo el avance de los derechos trans, mientras que otras comunicaban justo lo contrario. Estos contenidos se han apoyado en estudios previos del equipo.

A través de los experimentos, las investigadoras han observado que la percepción de amenaza y las narrativas de conflicto entre el avance de las mujeres y el avance de los derechos de las personas trans pueden exacerbar las creencias de 'suma cero', lo que a su vez disminuye el apoyo a los derechos trans.
Como contraste, la investigación también ha encontrado una conexión positiva entre una fuerte identificación feminista y el respaldo a las personas trans. Por ejemplo, en los dos primeros estudios, se encuentra que el 89,4% de las mujeres encuestadas están a favor de una legislación que avance en los derechos trans, dentro de una muestra de 715 personas.
"Esto sugiere una base de solidaridad entre grupos que históricamente han enfrentado discriminación. No obstante, esta realidad puede verse comprometida cuando las mujeres cisgénero perciben a las personas trans como una amenaza para su propio grupo", explica la investigadora del CIMCYC Danna Galván Hernández.
Propuestas de solidaridad y apoyo
Las autoras proponen una serie de estrategias para fomentar la solidaridad y el apoyo a los derechos trans en el ámbito universitario, sin generar sentimientos de amenaza o creencias de suma cero entre las mujeres cisgénero. Estos planes, adaptados al protocolo de igualdad de la Universidad de Granada, incluyen establecer canales confidenciales para que las mujeres cisgénero expresen sus preocupaciones y reciban información sobre la inclusión trans en el deporte; garantizar la perspectiva de género en los programas de enseñanza, incluyendo la diversidad corporal, sexual y de género; implementar programas educativos para abordar mitos y estereotipos sobre las personas trans; ofrecer servicios de asesoramiento y acceso a información sobre bienestar, tanto para mujeres cisgénero como para personas transgénero; considerar la creación de espacios inclusivos y baños de uso individual para quienes prefieran más privacidad; y crear un protocolo contra la LGTBIfobia liderado por profesionales.
En definitiva, esta investigación subraya la importancia de gestionar cuidadosamente las narrativas en torno a los derechos trans, especialmente en el contexto de la implementación de la reciente ley. Las autoras enfatizan la necesidad de construir puentes y fomentar un futuro donde la diversidad y la igualdad se den la mano.