Los niños y niñas refugiados que llegan a Armenia están mostrando síntomas de grave angustia psicológica, según los informes de los trabajadores sociales apoyados por UNICEF que ofrecen atención a los niños y familias que han huido de sus hogares durante las últimas semanas.
Los trabajadores sociales que operan en dos espacios seguros que UNICEF estableció junto a sus aliados en Goris, y que pueden atender a hasta 300 niños y niñas a diario, han informado de que éstos se encuentran lidiando con intensos sentimientos de tristeza, ansiedad, miedo y enfado, que se manifiestan en forma de pesadillas, enuresis y llantos inconsolables. Otros se están encerrando en sí mismos y "desconectándose" de la situación a su alrededor.
Más de 30.000 niños de etnia armenia han llegado a Armenia desde la escalada de las hostilidades, hace dos semanas, en las comunidades donde vivían. Además del desplazamiento, los menores que llegan a Armenia no han podido acceder a educación de calidad de manera continuada y han vivido en un entorno peligroso e inseguro; las familias cuentan que tenían miedo a sufrir ataques.
"Ahora estamos viendo hasta qué punto han sufrido estos niños. El desplazamiento y las hostilidades, agravados por la privación, han causado estragos en su salud física y mental, y en su bienestar psicológico. Sin un apoyo continuado, estos niños y niñas están en riesgo de soportar los efectos de estos hechos tan profundamente angustiosos durante los próximos años", ha explicado Christine Weigand, representante de UNICEF en Armenia.

"En vísperas del Día Mundial de la Salud Mental, este 10 de octubre, UNICEF hace un llamamiento para que se produzca una inversión adecuada en apoyo psicosocial y a la salud mental de la infancia a través de los sistemas sanitario, educativo y de protección infantil. Esto es igualmente importante no solo en términos de detección precoz y apoyo inmediato, sino también para la pérdida y estrés postraumático que las familias seguirán soportando a largo plazo", concluye.
UNICEF está sobre el terreno, trabajando con el gobierno de Armenia y otros aliados, para ayudar a los niños refugiados a acceder a la atención y apoyo que necesitan para superar las dificultades a las que se han enfrentado. La organización está formando y apoyando a los profesionales de primera línea para que puedan proporcionar apoyo psicológico de emergencia y apoyo psicosocial. Junto al Ministerio de Sanidad, UNICEF ha establecido equipos pediátricos móviles para garantizar un mayor alcance en todo el país que garantice evaluaciones para identificar y responder a las necesidades en materia de salud mental.
La organización está haciendo un llamamiento por valor de 12,6 millones de dólares (11,9 millones de euros) para proporcionar servicios esenciales de educación, salud, protección infantil, nutrición y agua, saneamiento e higiene durante los seis primeros meses.