"Al menos nueve niños han muerto y 37 han resultado heridos en Ucrania desde principios de año, a medida que se intensifican las oleadas de atentados mortales en todo el país.
En las últimas 48 horas han muerto dos niños, uno en Lisychansk (provincia de Lugansk) y otro de dos meses en Zolochiv (provincia de Járkov).
La oleada de ataques desde principios de año ha dañado y destruido viviendas, fuentes de energía, escuelas, guarderías y otras infraestructuras civiles en toda Ucrania.
En un esfuerzo por sobrevivir, los niños y las niñas se ven obligados a refugiarse en sótanos y estaciones de metro helados y húmedos de todo el país, a menudo durante horas.
Los ataques han dañado y destruido hospitales y otros centros de atención sanitaria, poniendo en peligro más vidas a medida que enfermedades y dolencias como la neumonía se afianzan.
Para los niños y las niñas que viven en zonas de primera línea la situación es especialmente horrible, ya que los ataques han dejado a las familias sin calefacción ni agua a temperaturas que rara vez superan el punto de congelación.
En todo el país, más de 1.820 niños han muerto o han resultado heridos desde la escalada de la guerra hace casi dos años. Como esta cifra sólo incluye los informes verificados por la ONU, es probable que el número real sea mayor. Y en la Federación Rusa, hace poco más de un mes, se informó de la muerte de tres niños en ataques en Belgorod.
UNICEF está trabajando sobre el terreno en toda Ucrania para responder a las necesidades humanitarias inmediatas de niños, niñas y familias, proporcionando servicios y suministros que salvan vidas.
Pedimos a todas las partes que protejan a los civiles y las infraestructuras civiles y cumplan sus obligaciones legales y morales de proteger a los niños y las infraestructuras de las que dependen, independientemente de su ubicación. Los niños y sus familias necesitan paz".