El Ayuntamiento de Málaga y la Diputación constituirán una comisión para realizar el seguimiento a la ejecución del convenio de colaboración entre ambas administraciones para la puesta en marcha de un plan de actuaciones ante el debilitamiento progresivo del pinar que se está produciendo de forma generalizada por la sequía en distintas ubicaciones del país y de la provincia, y que también afecta a los parques forestales de la ciudad. La Junta de Gobierno Local ha aprobado hoy la composición de esta comisión de seguimiento, que estará integrada por dos representantes de Área de Sostenibilidad Medioambiental y otras dos personas por parte de la Diputación, tras la rectificación de un error material existente en el texto del citado convenio. El documento ya fue aprobado por la Junta de Gobierno Local el pasado 9 de mayo, por lo que la única modificación afecta a la estipulación tercera, relativa a la composición de la comisión de seguimiento del convenio, en cuyo primer párrafo se indicaba por error que estaría formada por un representante de cada una de las partes en vez de dos.
A través de esta acción conjunta se pretende abordar el decaimiento de los pinos, que se produce como consecuencia de las condiciones climáticas actuales, aunque en los últimos meses se ha agudizado el decaimiento de ejemplares por la presencia de insectos perforadores de la madera que aceleran la muerte de los árboles más debilitados. Con el objetivo de reducir el riesgo de propagación y ofrecer una respuesta coordinada a nivel provincial, se solicitó la colaboración de la Diputación para acometer el plan de acción, que queda plasmada en este convenio, en virtud del cual el Ayuntamiento financiará y ejercerá la dirección de la primera fase de los trabajos valorados en 1.271.416,05 euros, mientras la Diputación se encargará de su ejecución.
La planificación por parte del Área de Sostenibilidad Medioambiental se ha fijado ante la necesidad de adoptar una gestión forestal urbana adaptativa al cambio climático que permita eliminar los árboles que por su estado sanitario (pudrición, seca y afectación de los insectos perforadores de la madera) puedan suponer un riesgo a la ciudadanía (caída) o al resto de la vegetación (propagación). En paralelo, se promoverán prácticas forestales resilientes para mejorar el ecosistema y favorecer el aumento de la heterogeneidad de las zonas afectadas y, por tanto, la biodiversidad de los espacios forestales. Para ello, en base al estudio técnico encargado por el Ayuntamiento al Departamento de Ingeniería Forestal de la Escuela Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes de la Universidad de Córdoba, se va a proceder al apeo de los árboles muertos, así como a su eliminación, con objeto de controlar la presencia de insectos y evitar su expansión. Posteriormente, se procederá a la plantación de especies arbóreas más adaptadas al clima mediterráneo.
Este estudio, realizado sobre cinco parcelas de muestreo de los parques Gibralfaro, Monte Victoria, El Morlaco y Monte San Antón, concluye que los agentes desencadenantes del decaimiento de los pinares son principalmente de carácter abiótico (fundamentalmente la irregularidad y disminución de las precipitaciones, el aumento de las temperaturas y periodos continuados de temperaturas cálidas) y de competencia ecológica incrementada por la escasez de recursos hídricos. No obstante, agentes perforadores de la madera (principalmente las especies orthotomicus erosus y crypturgus numidicus) aprovechan la disminución de las defensas de los pinos afectados para desarrollarse en su interior, acelerando su muerte.